FOTOGRAFIAS

POR FALTA DE ESPACIO, SE HAN SUPRIMIDO MUCHAS FOTOS DE LAS CRÓNICAS , AUNQUE PERMANECEN LOS TEXTOS.

sábado, junio 06, 2009

¿Dónde está Voro?...¡ Abrigaoooooo!

Quesa:las fotos

Dado que, desde hace algunas semanas, “la caló” nos castiga inmisericorde, este sábado me planteé una salida fresquita, refrescante, aliviadora de calores…nos fuimos a los Charcos de Quesa.

Quizás por llevarnos la contraria, Helios ( el solete para los anigos), se mostró huidizo desde el principio, cosa que agradecimos, aunque el ir constantemente junto al agua, nos hacía pensar que “vaya desperdicio de día fresco, cuando podíamos ir refrescándonos de continuo…¡ Qué le vamos a hacer!. La ruta era soberbia, remontando un bellísimo barranco, que daba vueltas y más vueltas. La gracia estaba en que parecía que estábamos jugando a las esquinitas, bueno a las orillitas. Teníamos que ir de seguido, de una a otra, buscando el escondido camino.¿Aquí hay una señal!, exclamaba alborozada una. ¿Aquí hay otra!, le replicaba al rato uno. ¿ Por aquí! ¡Por allí!...Divertidísimo. La hora del almuerzo se pasó y tuvimos que improvisar mesa en el mismo cauce para compensar el esfuerzo. Ya pensábamos que nos habíamos perdido, pues se nos había advertido de la inexistencia de determinado poste, cuando…¡ oh sorpresa!, las señales empezaron a abundar en cantidad y calidad( pintura nueva) que nos llevaron en volandas hasta el temido y anhelado poste direccional de …¡¡¡¡¡¡El abrigo de Voro!!!!!!.

Un pequeño esfuerzo y allí estábamos, aferrados a la reja contemplando la pictórica obra de 8.000 años de antigüedad. ¡ Mirad un cazador!.¡ Nooo, hay tres más!.¡Persiguen a un ciervo!...Al final, tuvimos que sustraernos de la histórica contemplación y decidimos hacer la ruta circular. Unas rocas con pequeños orificios sirvieron de escalera para seguir camino. Por cierto, mis meniscos se sublevaron y menos más que los compis me ayudaron a salvar el obstáculo¡¡¡Gracias amigos). El resto de la ruta fue una inacabable caminata por pista y carretera hasta el inicio del Pr. Recomiendo que, una vez en el Abrigo de Voro, el regreso sea por el mismo barranco de ida. No vale la pena hacerla circular , de verdad.
Llegados de nuevo a los Charcos, nos dimos el gustazo de darnos un refresquito de pies en las turquesas aguas.

Alguno remontó el barranco en busca del chorro perdido, chorro que encontraron unos metros más allá. Cansados, pero satisfechos, emprendimos regreso y nos conjuramos para una nueva y acuática ruta la próxima semana.

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