Colores salerosos

Lo de salerosos porque la ruta la hicimos por El Saler. Lo de colores, por la diversidad de señales que encontrábamos.

Acostumbrados a los colores homologados: blanco, rojo, verde, amarillo...hoy seguuíamos las más variadas rutas coloreadas: azul, amarilla, morada....¡ un arco iris, vamos!.

 Empezamos inusualmente tarde: las 8.30 p.m.El itinerario, seguir la Devesa en su sentido N-S. Está muy bien acondicionada, con multitud de paneles informativos, firmes de madera, sendas, postes indicadores...

Empezamos por la zona de las Malladas, que debido a las últimas lluvias, estaban muy bien de agua, con aves que volaban a nuestro paso. El sendero está muy bien trazado y sin ver casi civilización, llegamos al lago. También se han esmerado en su conservación.

El paisaje magnífico, con la banda sonora de las gaviotas "cridaneras". No faltó su "puntito" de aventura", esta vez en forma de árboles caidos que dificultaban el paso..¡ vaya aventura!..la verdad es que la ruta fue completamente plana.

 El único desnivel que tuvimos fue el subir las escaleras de la torre de C.I.Pasando por bosque espeso, nos llegamos al Casal d' Esplai, donde, tras un vistazo a las dunas móviles, almorzamos tan ricamente. El almuerzo marcó la mitad de la ruta.

Decidimos ir a visitar el Centro de Interpretación de la Albufera, con su torre dominando el paisaje albufereño.

La verdad es que la zona estaba repleta de patos, cigüeñinas y demás volátiles. Hicimos dos extensiones para visitar el observatorio y la zona de exposiciones, en las antiguas cuadras del desaparecido hipódromo.

Como complemento recorrimos la zona de la Gola del Puchol con otra ruta, esta vez morada que nos fue aproximando a donde teníamos los coches.
Despedidas y cierre de una ruta que satisfizo al personal por lo diferente...