domingo, julio 17, 2011

Cinco noches y seis días por Francia

Bueno, para amenizar la crónica con el tema preferente de la misma, haz clik aquí y ambiéntate. Lo único que tendrás que hacer, es sustituir la palabra "cantando", por la de "viajando"....como luego verás.
Como siempre,desde hace tres anños, cuando ha terminado la temporada, los irreductibles, nos montamos un semanita de camping senderista por las zonas de Francia...Normandía, Bretaña, Aut Pirennée...Este año tenía prevista la zona del Pay Basc francés...
Todo debidamente cargado en el coche, emprendimos la marcha con ánimo de llegar a Francia a media tarde. A escasa media hora de la salida...¡¡¡¡ proffffffffffff!!!, avería en el coche y nos quedamos tirados en la carretera entre Segorbe y Viver.

 Aviso al seguro,promesa de envío rápido de una grúa..jejeje,estuvimos dos largas y calurosas horas esperando a la caballería. Al final, la grúa y un taxi, nos devolvieron al punto de partida. Replay de todo el asunto y tras cambio de coche, de nuevo en marcha...Llegada al primer camping  en Sare hacia las 9 de la noche. Instalados en una granja, compartimos el espacio con gallo cantarín y gallinas picotosas que nos amenizaron la velada.

Todo parecía ir ya viento en popa, cuando ploc, ploc, ploc, gotas de lluvia empezaron a caer sobre nuestras tiendas. Fue enl inicio de una laaaaaarga convivencia.

 Lluvia toda la noche, truenos y relámpagos. Por la mañana, pareció que escampaba y nos decidimos por hacer la primera de las rutas previstas.

Se trataba de seguir la denominada "ruta de los contrabandistas", que unía por un bonito sendero las cuevas de Sare y las de Zugarramundi en Navarra.

Curisamente, las señales consistían en un caballito azul que nos guiaba continuamente.

Ha sido nuestra primera ruta internacional. Convenientemente señalizada, bellos bosques, amplias panorámicas...

¡ Si las piedras hablaran!!!......y ¡ hablaban!
Y no se trata de un juego de palabras. A lo largo del sendero, encontramos piedras parlantes que ocultaban reproductores en los que se podían escuchar en diferentes lenguas, detalles de los montes y valles que atravesábamos.

Finalmente llegamos a Zugarramundi y después de una visita al pequeño y bello pueblo, emprendimos regreso.


 Llegados al coche, confiamos nuestra vuelta al GPS que, por mala planificación, nos llevó por montes y carreteras estrechas y desoladas ...¡ de nuevo a Navarra!, cuando teníamos que ir a Sare de Francia. Repuestos del error llegamos al camping a tiempo de ver cómo empezaba de nuevo la lluvia que no paró en las 24 horas siguientes.

Para hacer algo, visitamos la ciudad balneario de Cambó les Bains, donde tuvimos que refugiarnos en un café y dejar pasar allí unas cuantas horas para hacer tiempo.

De regreso al camping, más agua y cada mochuelo a su olivo, mejor, cada quisqui a su tienda a dejar pasar la noche¿ cómo?..¡ efectivamente, oyendo llover!.
De mañana, seguía la lluvia....¿entendéis lo de la música del principio?...Concilio de los presentes y sublime decisión...daríamos un salto en el hiperespacio. Decidimos atravesar Francia del Atlántico al Mediterráneo buscando el sol...Nos fuimos a la zona de Carcassonne, concretamente  por Foix. Sin planificación previa, decidimos acampar en Montsegur, siguiendo la ruta de los cátaros. Le Pays Catare es una zona de gran importancia histórica, con un emblemático castillo. La gracia es que cuando llegamos al nuevo camping..¿qué pasó?...¡ claro que sí, contra todo pronóstico climatológico....llovía!.

Por fe y por pura fe, permanecimos en el camping y en cuanto aclaró, emprendimos la marcha hacia Montsegur

El camino de les bonnes homes...el camino de los buenos hombres
Que no se me subleven las féminas. Así es como se llama la ruta que une Foix  con Berga en Cataluña. Un poco de historia. Los cátaros , llamdos también "los puros" o los "buenos hombres",tenían un concepto religioso totalmente diferente del catolicismo en la Edad Media. Fueron perseguidos con saña por Roma y decidieron refugiarse en un castillo inexpugnable, el de Montsegur. Después consiguieron encontrar refugio en Cataluña y utilizaban la ruta que en parte, nosotros íbamos a recorrer.

El sendero es precioso, totalmente por el bosque, remontando un riachuelo, aunque bastante enfangado, lo que dio lugar a más de una situación cómica-resbalosa.

Tras dos horas de marcha, llegamos a la base del castillo, que desde lo alto nos retaba a escalar el monte. Había muchos turistas que habían llegado allí con el coche...por eso subían tan rápidos. Nosotros, con dos horas a las espaldas y teniendo que regresar a pié, lo hicimos más tranquilos.

El lugar tiene evocaciones tremendas. Allí, en un prado fueron quemados en hogueras 200 cátaros que no quisieron renunciar a su fe. Una estela recuerda el hecho.

 Cuando llegamos al patio del castillo, comprobamos  por qué no fue posible tomarlo sino por sitio y hambre...diez meses duró el asedio.

Cansados pero satisfechos, emprendimos regreso y ya pudimos disfrutar de un tiempo más o menos estable.
Sin embargo, tanta lluvia nos pasó factura en humedades y resfriados así que decidimos adelantar nuestro regreso a casa. Para optimizar el viaje, optamos por una ruta que nos llevó a Andorra. Pasamos del camping y nos alojamos en un hotel, que nos reconcilió con la vida civilizada.

Estuvimos disfrutando de la belleza de las montañas andorranas del Pas de la Casa y Envalira...



de ermitas e iglesias románicas

y algunas tentativas de shopping....que resultó disuasoria para las tarjetas por los poco competitivos precios que rigen actualmente.

Al día siguiente, nos llegamos a la montaña de Montserrat, con el animo de hacer alguna ruta por allí.

Sin embargo, lo tardío de la hora de llegada, nos lo impidió y nos tuvimos que conformar con la típica visita turística, eso si, disfrutando de la grandiosidad del paisaje.

Sin más, llegamos a casa. Besos y abrazos, despedidas hasta septiembre y ahora sí...¡ cierre de la temporada!!!