La Picota en la Mosquera

En esta ocasión, la edición de La Picota es meramente documental. Todo el mundo fue a lo suyo,tranquilos, relajados... La jornada dio comienzo con gran amenaza de lluvia. No nos arredramos y versálites como toca, cambiamos la ruta, evitando la senda por el monte y dirigiéndonos por la Rambla de Almedíjar hacia La Mosquera. La lluvia poco a poco fue empapándonos. Vimos como regresaban a puerto los cazadores y los trabajadores del corcho. Nosotros, impávidos ¡ hacia adelante!. A la vista de La Mosquera, a alguien, se le ocurrió que se podía atajar para evitarse unas curvas y ¡ hala! hacia arriba. Justo en ese momento se desató el diluvio. Menos mal que pudimos guarecernos mal que bien en la casa en semi-ruina. El almuerzo, de pié , fue amenizado por traidoras corrientes de aire que no contribuían a aliviar el frío de las ropas mojadas. Ante las positivas predicciones meteorológicas del que suscribe.. ¡ El Sol sadrá! ( no creídas por nadie, pues estaba lloviendo todavía) emprendimos el regreso que se vio favorecido de inmediato por la grata presencia del astro rey. Chino, chano, de regreso a Azuébar a la increible hora de las 13 . Por cierto, éramos pocos pero valientes.No se tiraron atrás por la lluvia como otros/as.