La ruta desde El Rebollar hasta la sierra del Tejo tuvo dos alicientes: disfrutar de 20 kms no excesivamente pesados y tener a nuestra disposición, a la hora de almorzar del privilegio de tres botas de vino. Hechas las oportunas degustaciones, hubo diferencia de opiniones, que si era flojo uno, que si otro estaba picado...todo ello obligó a nuevas catas que no nos sacaron de dudas.El grupo, en el que abundaban las féminas ( lo que se hizo notar) imprimió una velocidad de crucero excesiva, según el dictámen Kiket. No obstante, todo transcurrió con normalidad y a las 13.30 h. ya estábamos de regreso en los coches.Lo mejor: la compañía. Lo peor: el constante viento.
Ya teneis los datos y crónica de la excrusion de ayer al Rebollar, puestos en mi Blog.
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