domingo, febrero 26, 2006

La Salada...¡ muy helada!


¡Por fin pude sarcarme la espina de La Salada!. A la cuarta tentativa, conseguimos acceder, no sin dificultad , a la base militar que a más de 1500 m, domina la sierra y el llano. Una larguísima cuesta desde Canales, nos fue acercando a nuestro objetivo. En cuanto llegamos al Contador del Resinero (antiguo puesto de registro del ganado), las prendas de abrigo fueron haciendo su aparición: bufandas, guantes, gorros, plumas...y más porque no teníamos. El aire era atroz. La sensación térmica, bajísima.

Mal que bien, dimos con un resguardo relativo y alli, sin más ceremonias, ni vino ( gracias Miguel) almorzamos como pudimos. Aprovechando que el grupo estaba en el cafetito( que también trajo Miguel), me destaqué y accedí a la base en absoluta soledad. Esta cumbre tiene para mi un atractivo especial y quería llegar sin distracciones, conversaciones, en silencio.La ventisca todavía más fuerte, apenas nos permitió la foto colectiva de rigor. Unos nubarrones amenazadores ¡otra vez! nos hicieron apresurar la marcha y regresar por ruta circular hasta Canales. Al final, la agradable sorpresa de encontrarnos a Vicent l'herbolari , a su hijo y a su perrillo en la pista de regreso. Nos estaban buscando toda la mañana, pero equivocaron la ruta.
La llegada, algo tarde, significó una marcha alocada de los coches, que impidió la normal despedida del personal..¡prisas!, ¡prisas!

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