domingo, enero 14, 2007

Senderismo empedrado


La ruta que hicimos por Aín, en el Espadán, bien puede calificarse de empedrada. No porque fuera excesivamente dura - bueno, que se lo pregunten a Rafa - sino porque tuvimos el privilegio de recorrer uno de los pocos caminos empedrados que todavía subsisten en la sierra. Iniciamos el caminar a una hora algo tardía, casi las 9.30,y pronto pudimos ver a uno de los testigos de nuestra marcha. Por encima de una tapia, unos ojos vigilantes nos siguieron mientras atravesábamos las eras del pueblo.

Pronto, llegamos a la empedrada senda que nos conduciría hasta el collado que separa los valles de Aín y Veo. El día extremadamente claro, nos permitió unas vistas maravillosas. La senda, bastante resbaladiza, nos acercó a la fuente de la Pistola, minso caudal de agua, en medio de un muy húmedo barranquillo. La solana de Veo, hizo que nos detuviéramos a almorzar. Lo malo fue reemprender la marcha, todavía hacia arriba. El Gr que seguíamos, tomó la vereda de una estrecha acequia, que a veces bordeaba tramos a considerable altura.


El que suscribe, extrañamente ajeno al "vértigus montanerus", siguió con mucha atención, eso sí, el paso por un estrecho borde ( en ocasiones de menos de dos palmos) que nos acercó a Alcudia de Veo.

El plan previsto, tenía como objetivo final el subir al castillo de Alcudia,altiva fortaleza en lo alto de un cerro cercano al pueblo. Vista la altura, cedimos a la tentación y nos concedimos unos cafetitos y cervecitas en un bar cercano. Animados por el refrigerio y ya en plan renuncia total, obviamos el regreso por la acequia y volvimos a Veo por una amplia y concurrida carretera, con coches tuneados incluída.Volvimos por el mismo empedrado camino hasta Aín.

Un pequeño recorrido por el pintoresco pueblo y sus morunas callejas nos llevó hasta los coches. La hora decente- las 14 h- adioses,besos y ¡ hasta la próxima !

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