Cambio de planes...forzosos

La amanecida no daba paso a la luz. Y es que la niebla que envolvía el puerto y túnel de la Carrasqueta, era tan espesa, que, no amaneció hasta que llegamos a las puertas de Aielo. Nada más divisar el pueblo, ya empezaron en mi interior los redobles de canciones: ¡ Améeeeeeeeeeeeeeeeeeerica!, ¡ Noeeeeeeeeeeeeeeeeelia! ¡Liiiiiiiiiiiiiiiiiibre!. Es que estábamos en la patria chica de uno de mis lejanos ídolos de juventud: Nino Bravo. La pena es que empezó a diluviar y además el inicio de sendero, cosa que comprobé después de andar más que un tonto, estaba a un km del pueblo. Junta general de accionistas y se ofrece una alternativa viable. Cambiaremos Aielo por Xàtiva e intentaremos hacer la ruta del Pr “Voltants de Xàtiva”. 18 kms de nada…El personal que es muy bueno, accede y allá que nos vamos. El itinerario, el clásico ( creo que habré hecho la ruta unas 5 o 6 veces): Font dels 25 Dolls ( no faltaba ninguno, los conté), las colmenas ( afortunadamente heladitas de frío y mojadas), l’ Estret de les Aigües ( con sus jacintos invasores ¡ hay que ver lo que crecen los malditos! ), y por fin el acueducto d’ Al boi.

Las fotos de rigor y anda que andarás hasta la fuente de la Cova Negra donde almorzamos. Hay que hacer constar que, cosa extraña, desde que dejamos los coches, había dejado de llover. Niebla, frío y silencio fueron nuestros compañeros de viaje hasta la Cova Negra. A destacar las mejoras en los accesos de la misma que hacen posible el subir, sin pegarse los batacazos a los que antes nos exponíamos..¿Recuerdas Agustín?.

A partir de la fabrica de la Llum, decisión: ¿qué hacer?. A pesar de las advertencias del que suscribe, la gente enfila alegre la fortísima subida completamente embarrada. Fenómeno extraño. El único que se moja la ropa es moi…¿será porque iba delante abriendo camino?..Misterios de la naturaleza. El caso es que acabé empapado. El descenso hacia la 340, cuidadoso, muy cuidadoso.

El barro seguía estando presente. Llegamos a la zona que se incendió el verano pasado y el paisaje era sobrecogedor. ¡ Nada, absolutamente nada!. El panorama, cercanos ya a la Fuente Quintana era lunar, ¡ Una pena!. Menos mal que a unos metros de la fuente, se contuvo el incendio y las vistas eran las de siempre a partir de ese momento.

Una última y prolongada cuesta, nos condujo a la calzada romana del Portet. Fotos, explicaciones y el descenso hasta Xàtiva en busca de los coches.
Lo dicho…cambio de planes para mejor. Prometo volver a intentar la visita de Aielo cuando el tiempo lo permita.
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