sábado, octubre 18, 2008

De mirador en mirador

Barx:pica y ves todas las fotos

La idea era ir de mirador en mirador "mirando" el paisaje que se extendería a nuestros pies: la Valldigna, el monasterio, el Montdúver, el mar... ¡ quiá! lo único que vimos fue una neblina persistente, un sol tibio y una senda maravillosa. Vayamos por partes. A pesar de llevar mapa, plano, GPS, etc,estuvimos dando vueltas por Simat pues todavía no habían puesto las calles y por lo tanto las señales tampoco. Los propios que encontramos no tenían ni idea de que se pudiera ir a pié hasta Barx y nos miraban con cara de extrañeza...¿a pié? ¿Habiendo una hermosa carretera?. Al final, dimos con la seguida y fuimos tras las señales del GR hasta... hasta que llegamos a la finca de ...( ignoramos el nombre) en la que habían borrado las marcas durante un largo trecho. Nuevas vueltas y revueltas hasta que nuestra intuición nos guió y pudimos reencontrarlas
Para escarnio público, aquí está la foto de la fincaCon el fin de ayudar a otros senderistas comunicamos que:
-No hagáis caso de una puerta metálica que corta el camino: seguidlo
- No os atemoricen los perros: ladran mucho pero están encerrados
- No preguntéis a los lituanos que están recogiendo naranjas: no os entenderán
-Seguid las marcas que he puesto en la foto y llegaréis a la senda maravillosa que sube hasta el Mirador de la Visteta.

Una vez coronado el collado, agradable paseo hasta Barx. Almorzamos bajo la protección del porche de la iglesia.Para variar, luego pasamos a tomar café en el bareto. A destacar las atenciones extraordinarias que tienen en el pueblo con los ciclistas. ¿Será porque se dejan la pasta almorzando por docenas en los bares?.Después nos acercamos a visitar la nevera, ejemplo de fusión entre antigüedad y modernidad..¡ No estaba mal!. La vuelta la hicimos buscando la Font del Cirer. Todo bien hasta que llegamos a una especie de despeñaredo donde casi me dejo los meniscos. Hay prueba gráfica:

La fuente a chorro limpio nos sirvió de refrescante descanso hasta que tomamos en descenso la Senda dels Burros, amenizada por multitud de madroños en fruto que hicieron las delicias del personal.

A una hora prudente llegamos hasta los coches. Besos, abrazos y adioses ...y...¡ hasta la próxima!
P.D. Tuvimos la gran alegría de reencontrarnos a un viejo amigo: Vicent el Botànic, quien acompañado de su perrillo liliputiense, empezaba la ruta cuando nosotros la acabábamos. Y es que el madrugar no es lo suyo.
Como "casi" siempre un punto de poesía relacionada con la salida
A esa fuente en la que bebimos:

Dame a beber el agua cristalina
de esa vieja fuente con tu mano,
disipando de esa forma la neblina
que me llena de ese frío inhumano.


Entre sus arboledas,
por la espesura
solitaria y tranquila,
corre y murmura
una fuente tranquilina
y bullanguera,
a que dieron por nombre
Fuente Vaquera.

Está tan escondida
bajo el follaje,
guarda tanto sus aguas
entre el ramaje,
que cuando por el valle
va murmurando
toda clase de hierbas
va salpicando.

Unas veces sonríe
dulce y sonora,
y otras veces parece
que gime y llora,
y siempre de sus aguas
el dulce juego
arrullando, produce
grato sosiego.

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