Sorpresa doble

La Cabrentà : todas las fotos

De manera extraordinaria, salimos en domingo por circunstancias imprevistas. La idea era visitar la Selva d' Estubny o Cabrentà. A veces llego a pensar que conozco lo suficiente nuestras tierras como para no llevarme sorpresas. ¡Error supino!. En esta ocasión, la sorpresa fue doble. Por un lado el descubrir un paisaje maravilloso en la Cabrenta y por otro, constatar la existencia de un Gr del que tenía vagas noticias, el GR 237. Vayamos por partes. A las 8.30 de una fría mañana, estábamos dando vueltas por el poblete de Estubeny, intentando empezar ruta. Unas amables explicaciones de un vecino, nos condujeron hacia la garganta que forma el río Anna o Sellent a las afueras del pueblo. Primera sorpresa: postes indicando la dirección de Cárcer y Sellent con nomenclatura de GR.237. Se trata de un sendero de nueva creación, que une las Hoces del Cabriel, con la Albufera y que servía como cañada de ganados desde Castilla en la época de la trashumancia. Ignoraba que estaba totalmente marcado ( supongo que lo está). Lo dejamos y enfilamos río arriba hacia La Cabrenta. Segunda sorpresa. es un paisaje espectacular, con formaciones calcáreas muy vistosas. Vegetación tan tupida, que nos da la impresión de estar en la selva amazónica: laureles, madreselvas, plantas rupícolas de todo orden...Y todo excelentemente cuidado.

Caminos señalizados, barandillas en los lugares peligrosos, escalones de piedra integrados en el paisaje, túneles y miradores grandiosos sobre la garganta del río. ¡ Una maravilla!.
áe Anna, siguiendo el río, pero... el mismo río, con sus cortadas nos impidió el paso. Retomamos pues el Gr y nos dirigimos hacia Sellent. Hay que decir que las señales están un poco escondidas, quizás por las obras que se han hecho en los caminos, destrozados por las últimas lluvias.

El paseo, entre naranjos y pinares, fue muy bonito.Tras 5 kms de marcha, llegamos a la vista de Sellent, pueblo que visitaremos en una próxima excursión y regresamos por el mismo camino. La ruta, de sube-baja, a veces llega a cansar, pero compensan las vistas maravillosas de las que disfrutamos. ¡ Seguiremos recorriendo el Gr.237, seguro!.