domingo, octubre 04, 2009

Chirel:nido de águilas


Las fotos de Rosa
Como puede observarse por la foto de entrada, lo del "nido de águilas" fue literal. No sólo por lo escarpado del terreno...no todos nos atrevimos en llegar a ese precario mirador.. sino porque un trío de águilas hizo las delicias del personal con sus evoluciones en el cielo. La ruta en principio fue fría y nublada.

Una atrayente niebla flotaba sobre Embarcaderos, dejando en difumino el paisaje. Ya se encargaron las cuestas de quitarnos de encima tamaña poesía.Sube que te sube, dejamos a nuestra espalda el río y mirábamos dónde diantres podría estar el castillo de Chirel.

Al fin lo divisamos y la distancia nos asustó. Pero...andamos como andamos, a tiempo del almuerzo ya estábamos en la base de la senda que conduce a la fortaleza. Un oportuno mirador, nos ofreció placentero comedor.

Repuestos alma y estómago, emprendimos la subida hasta el castillo que nos soprendió por lo acertado del sistema defensivo. Un paso "vertiginoso", estuvo a punto de privarme de la visita, pero afortunadamente se superó y contemplamos lo perfecta disposición estratégica. Allá abajo, en el río, divisamos el barco que hace un crucerillo por el Júcar. Impresionaba la altura.

El regreso tuvo de nuevo el paso de vértigo.No me atreví a pasarlo y busqué¡¡¡qué suerte encontrarla!!! la salida de servicio. En la bajada, nuestra amiga Rosa nos puso el ay en el alma. Tropezó, cayó en cámara leeeeeeeeeeeeeeeeeenta y rodó ¡ hacia el precipicio!. Afortunadamente todo quedó en el susto de los que lo vimos, unas oportunas matas frenaron su caida...¡`menos mal!. Sin más sobresaltos, regresamos hacia Embarcaderos disfrutando de nuevo de las hermosas vistas.

La ruta, excelentemente marcada, no tiene pérdida. Se deja el coche en el Campo del Cura y se sigue la pista que lleva hasta las compuertas de Embarcaderos. Allí mismo enfila la cuesta que por un agradable camino conduce a la carretera que lleva a Chirel. Nuevas señales nos derivan a la subida al castillo. Aviso que el primer tramo es muy empinado, luego se suaviza. Recomiendo que la entrada al castillo se haga siguiendo las señales, por la puerta de atrás. Se evita el paso estrecho y deshecho que puede ser peligroso. Bellísima excursión que quedará en nuestro recuerdo mucho tiempo...bueno, hasta que otra ..espero que pronto...la sustituya.

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