sábado, enero 09, 2010

Cabeza abajo al Felipe.


¿O a nosotros?.Veamos la crónica
La primera del año fue un excelente paseo por la Historia, nada de madrugar, empezamos a las 8, pero no por ello, nos libramos del frío. Debidamente arrebujaditos, enguantaditos, embufandaditos, empezamos la visita a la antigua Saetabis.

La calle Moncada, la Colegiata, el antiguo Hospital... y las cuestas, el plato del día. Entramos en el recorrido de la Costera del castell por la antigua puerta árabe , hoy Sant Josep. La vista era espectacular. Todos los montes que nos rodeaban, cubiertos de nieve, el cielo completamente azul, el aire gélido...brrrrrrrrrrrrrrr. Y todavía sin almorzar. El Parque Arqueológico, San Feliu y la antigua nevera, fueron otros tantos hitos conquistados.

Proseguimos hasta la Cova dels Coloms( no vimos ni uno, sería por el frío) y la puerta de Poniente nos acercó al Portet.Pero...las señales habían desaparecido y el hielo en el suelo, no hacía presagiar nada bueno, así que nos volvimos decididos a conquistar el castillo.

Bueno, antes vimos unos aljibes que extrañamente, expelían un aire calentorro que nos empañaron las gafas a más de uno. Daban ganas de quedarse dentro.Por fín llegamos al castillo y ¡ al almuerzo!. Nos las prometíamos muy felices con mesitas, sillas, al solete, pero la posadera dijo que nones, que allí no se admitían bocadillos foráneos. Pues al bordillo. Debidamente alineados (no cambiéis la palabra ), dimos cuenta de los bocatas, de las botas de vino y de los dulces navideños que aportó el personal. Reconfortados los estómagos, nos lanzamos a visitar todos y cada uno de los rincones que el monumento ofrecía. A destacar las obras de restauración que hacen que la visita sea realmente gratificante.

Castillo Menor, Castillo Mayor, Palacio del Duque, prisión, capilla, jardín árabe...no nos dejamos nada.

Y para finalizar la ruta histórico- senderista, nos largamos a visitar el museo del Almodí. Allí pusimos cara de buen@s y chic@s y empezamos a visitar las diferentes salas.

Lo que no sabía el guardián del museo es que lo que en realidad queríamos era verle el careto al Felipe V, así, debidamente acogotado hacia abajo en justa represalia por los desmanes que hizo a los valencianos ( la foto de antes era una broma, estaba debidamente manipulada, claro).

De regreso a los coches, se desató la furia consumista de dulces típicos de Xàtiva. Que si almoixàvena, que si arnadí, que si frutas confitadas... Todo quisqui pasó por caja, como demuestran las pruebas gráficas que se adjuntan.

En resumen, una fría pero agradabilísima mañana que ha servido tanto para festejar el reeencuentro, como para ir quitándose de encima algunos michelines navideños ( que se reemplazarán con los dulces adquiridos).

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