sábado, enero 07, 2012

Descubriendo Les Fontanelles de Corbera



Normalmente, la primera ruta del año después de Navidades, suele ser una ruta sencilla, poco complicada, como para ir deshaciéndose de esos kilitos  que, gracias a los polvorones y demás exquisiteces, hemos acumulado….ese es el propósito pero….la verdad es que la ruta de Les Fontanelles en Corbera, ha sido de todo menos sencilla y sin complicaciones…
Además, se trata de una ruta absolutamente nueva, alejada de los circuitos montañeros al uso, con escasísima documentación en la Net, así que, por una vez y sin que sirva de precedente, la crónica, será  totalmente descriptiva para beneficio de la Humanidad…

Una vez en Corbera, os recomiendo preguntar por el ambulatorio. Allí mismo se inicia el camino de Les Fontanelles.¡ primera sorpresa del día!....tatatiiiiiiiiiiiiiiiiiiiii majestuoso cartelón, muy patriótico….¿cuartel?...¿casa de la Guardia Civil?.....De eso nada…La marca de unas naranjas de exportación…¡ lo que hay que ver!...

Bueno, sigamos…carretera adelante, vamos subiendo y llegamos a un cartel de orientación, ya en la pinada…no, no busquéis mapa, ni senda…no tiene casi información…hacedme caso…”to p’arrriba…Llegaréis a Las Fontanelles, área de picnic con algunas mesas y unos nacederos completamente secos…tomad aliento….porque allí empieza el infierno…una angosta, empinada, agreste senda nos va llevando hacia el collado lejano y alto…

Pensad que hay que bajar por allí, oscurece el ánimo…¡ no pienso volver por aquí!...¡ no pienso volver por aquí!...me repetía una y otra vez.. Por fin llegamos a la antena y allí el paisaje se nos manifestó en toda su plenitud…a nuestra derecha la Ribera con todos sus pueblos sin faltar ni uno..a la izquierda la mole imponente del Cavall Bernat…delante la marjal de Cullera y el mar…y detrás, el valle de la Murta…¡ Bello paisaje para morir!...Decidimos seguir unas fitas que nos encaminaron hacia el Cavall Bernat y allí, en medio de la senda, hizo su aparición en carne mortal un personaje que fue el que encarriló nuestros pasos por el camino adecuado….Un caminante que iba ladera a través, siguiendo desconocidas e ignoradas sendas  fue quien nos dijo que no temiéramos a lo desconocido, que, pasada una cortada sin importancia, el camino a la Murta estaba muy claro y era fácil…

Lo del cortado sin importancia era puramente subjetivo..allí fue la gracia el pasar quien más quien menos con “vértigo cagarruno”  ( tal fue mi caso)…la cara del personal...prietas las mandíbulas, apretadas las manos... manifiestan la dificultad del paso......Superado el cortado, la senda mejoró ostensiblemente, viéndose eliminada la incertidumbre por el hecho de descubrir…¡benditas señales!...las marcas de un Pr..que tomamos a la derecha. Antes, en un cruce de la senda, también nos orientamos a la derecha. Si vais a la izquierda, os toca subir al Cavall Bernat…

 Debidamente orientados, nos “precipitamos”…literal…hacia la pista que recorrer el valle de la Murta. Obviamos por amor al tiempo, la visita a las ruinas del monasterio y nos dirigimos hacia el punto de información..No llegamos a él, sino que, habiendo decidido regresar a Corbera bordeando la montaña, a pie plano…¡ ya habíamos tenido bastantes desniveles!..nos encaminamos al Pla de les Viñes,  saliendo a la carretera que une la Murta con Alzira.
Gracias a las indicaciones de nuestro topógrafo particular, fuimos atajando, dejando siempre a nuestra derecha la montaña…

Aprovechamos el paseo para ir degustando y haciendo cata de las diferentes  variedades de  naranjas y mandarinas que encontrábamos a nuestro paso. Indicar que unas oportunas flechas amarillas nos guiaron hasta las primeras calles de Corbera…Puestos a elegir entre la cruz del castillo y la Cruz Blanca, optamos por la segunda y nos hicimos unas birritas en la plaza mayor del pueblo con lo que dimos por finalizada la excursión

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