Nos fuimos de puenting

¿Cambio de actividad en el grupo?.....Salto cualitativo de riesgo?....¿Puenting?....¿Tirarse desde arriba de un puente en vuelo libre con una soga?....Quizás os planteéis todas estas preguntas y algunas más al leer el título...y tengo que confesarlo, ¡¡¡ sí!!!..nos fuimos a buscar puenting por la zona de Venta del Moro...obsérvese que digo buscar, no practicar...y es que la jornada estuvo dedicada a eso, a buscar el dichoso puente de la Bullana que no aparecía ni a tiros....Pero vayamos por partes...

La jornada dio comienzo con la llegada a Venta del Moro..un fuerte viento y una baja temperatura, convencieron al personal de que la primera providencia era largarse a la búsqueda de un bar donde templar los ánimos con un café calentito...Restaurada las temperatura interna y externa, dimos comienzo a la ruta. No nos podemos quejar de la falta de señales, al menos al principio: amarillas de Pr, rojas de GR, verdes de SL..hasta rarillas, pues coincide el itinerario con el llamado Camino  de la Vera Cruz...¿qué es?..pica, pica y entérate .

 Se presumía que iba a ser: corta, relajada, suave, sin desniveles apreciables...No sé si los condicionantes previos influyeron en la gente, el caso es que hasta la hora del almuerzo, habíamos recorrido..¡ 4 kms! de camino suave, relajado y sin desniveles apreciables...
Las estaciones de paso...
Casas del  Rey, semidesértica aldea en la que creamos un gran barullo al irrumpir en tropel por las solitarias callejas....

Casas de Moya, idem de semidesértica en la que almorzamos al socaire de una soleada pared, donde lo único que circulaban, eran las botas de vino....

Para más INRI, completamos el almuerzo con una visita al bar, donde nos obsequiamos con unas manzanillas, "tocaditas" de anís, orujo, etc...Ni que decir tiene que, si antes la marcha ya era lenta, con la aportación anisística ( sic), se hizo lentísima y sobretodo distraida. Tan distraida que, a la salida de la aldea, nadie, repito...nadie se dio cuenta del cambio de dirección con un hermoso poste y...pista abajo, nos otorgamos una extensión de unos kms que, a no ser por las indicaciones de un lugareño, nos hubieran conducido a Casas de Prada, aldea con nombre fashion, pero muy alejada de nuestro destino..¿recordais?..el puente de la Bullana.

Sin comerlo ni beberlo, nos dimos de bruces con otro puente, que si es el de la Bullana, que si no lo es...el caso que, vuelta hacia atrás hasta donde fastidiamos el asunto de las señales. Llegados al lugar, todo el mundo se extrañaba de que ninguno nos hubiéramos dado cuenta del señalizador...al final, se atribuyó el despiste a una conjunción astral modificativa de la percepción montañera...Otros pensaron que el anisete habría tenido algo que ver...

El caso es que, debidamente orientados al final dimos con el puente buscado y no hallado...la verdad es que impresiona ver una obra tan magnífica, allí en medio de los montes, inacabado, con sus grandes pilares, esperando la conclusión definitiva...No será así, puesto que la obra lleva en tal estado desde 1931...y la pregunta del millón....¿qué  hacen allí ese puente y los demás?...Si picas en este enlace te enteras.

Nos dimos el gustado de contemplarlo tanto desde abajo, como desde arriba, donde algunas nos pusieron el ay en el cuerpo, al acercarse peligrosamente al borde del puente, expuestas a las fuerte ráfagas de viento.

Regresados todos a nivel de suelo y cumplida pues la misión, emprendimos regreso a Venta del Moro donde despedidos, abrazados y besuqueados adecuadamente, cada cual se retiró a su olivo...¿olivo?...¿aceitunas?...¿aceite?...esa fue otra infructuosa búsqueda....sabedores de la calidad del aceite de la localidad, fuimos preguntando y preguntando donde podíamos adquirirlo...vana intención, la cosecha ha sido escasa y nos quedamos con las ganas. Estaba claro que el día iba de renuncios...

Bueno, la verdad es que la mañana resultó placentera....unos 15 kms, con un bello paisaje, buena compañía, un día magnífico...puentes encontrados.....seguro que volveremos por la zona a hacer otras rutas...el lugar promete.