sábado, agosto 30, 2014

Paisajes de la memoria...La Olla

Para este principio de temporada, he pensado iniciar el ciclo "Paisajes de la memoria"..
Iremos visitando diferentes lugares abandonados en la actualidad, pero que fueron escenario de vivencias históricas, retazos de gentes que los poblaron hace mucho tiempo, en fin...escenario de nuestro pasado al  que no queremos...ni podemos...renunciar.


Antes de que el sol empezara a picar, estábamos enfilando la salida de Olocau hacia el castillo del Real..
Sería nuestro vigía a lo largo de toda la mañana..
Hacer constar el abandono de señalética que tiene la ruta...unas antiguas señales  coexisten junto a unas horribles placas metálicas...implantadas en los tiempos felices de la "Burbuja".

Llegados al collado dejamos de lado el castillo...otro día subiremos... y durante unos minutos dedicamos nuestra atención al precioso paisaje que ese extendía a nuestros pies...
En primer término el inmenso...y todavía vivo...pinar...


De telón de fondo, la grandiosidad...bueno, seamos modestos....la prestancia de los 1000 metros del Gorgo,
y a sus pies, mimetizado en el paisaje, nuestro destino...el despoblado morisco de La Olla.
El itinerario...una preciosa senda, a la sombra de los pinos, sin gran desnivel...nos va llevando como atraidos por un imán hacia la ahora restaurada torre...


Flashback

"....,, al pié de la torre, Julián Albelda.. de la .familia que siglos atrás se llamaba  Al-Bay-Da'a.."El Blanco"...anciano venerable,miraba a los niños que, sentados a su alrededor, esperaban espectantes una de sus antiguas historias..
Y allí, junto a la hoguera, el anciano buceaba en su memoria, trayendo al presente, hechos antiguos...cuando sus antepasados no vivían allí, sino en la fértiles tierras del llano, en los feraces jardines de naranjos y limoneros...cuidando de acequias y huertas...pudiendo ir a su Mezquita Mayor, en el centro de Balensiya...ahora llamada Valencia...
Y como un día, fueron expulsados y tuvieron que refugiarse en las montañas donde con gran esfuerzo, reprodujeron en pequeños bancales sus perdidas huertas..." 



Hoy, no se oyen voces de niños jugando por los bancales, tristemente abandonados...el silencio impera a nuestro alrededor, mientras intentamos encontrar las escasas señales...
Debemos dar las gracias..y las damos...a  las manos anónimas que han despejado de zarzas y ramajes la senda...la última vez que pasé, salí de ella como peleado con un gato...
Observo con pesar el avance de la sequía...romeros, enebros y otros arbustos, se están muriendo por falta de agua...¡ Mi esperanza!....que el escondido manantial de La Olla siga brotando..
Llegados al pié de la torre, tenemos a nuestra disposición un sombreado banco de piedra donde nos aposentamos para almorzar...
Delante de nosotros, los restos de las casas que componían el lugar...aquí una puerta que mira al vacio...allí una escalera  que no lleva a ninguna parte...un arco de medio punto que resiste..en una palabra..
¡Tristeza!.

Flashback

"...Ese día, el silencio imperaba en el caserío...no se veía a nadie...los campos...las cuatro calles...las huertas...todo vacío..
Y es que los lugareños todavía acongojados, en las casas, casi en susurros para que los niños no se enterasen...comentaban el bando que unos alguaciles leyeron junto a la torre hacía unos días...

 "...he resuelto que se saquen todos los moriscos de ese reino y que se echen en Berbería. Y para que ejecute lo que S.M. manda, hemos mandado publicar el bando siguiente: 
Que todos los moriscos de este reino, así hombres como mujeres, con sus hijos, dentro de tres días de como fuere publicado este bando en los lugares donde cada uno vive y tiene y tiene su casa, salgan de él ..."

 Y es que así, en un soberano ejercicio de intransigencia, fueron expulsados de las tierras que tanto les había costado conseguir....años y años ..generación tras generación...
En todo ello pensaba mientras contemplaba este paisaje de la memoria, de nuestra memoria como pueblo...
Quedaba visitar....como siempre....el nacimiento de agua que abasteció durante siglos a estos moriscos...nuestros antepasados...
No hay señal para llegar a él, aunque podéis tomar como indicio un pequeño abrevadero   situados a unos doscientos metros  a la izquierda del camino, en la pista que lleva de regreso a  Olocau.


Siguiendo una especie de conducción , pronto escuchamos el gratificante sonido del agua a nuestros pies...
Con cuidado...la senda es estrecha y el precipicio hondo...llegamos a la balsa que regula el caudal y en el que la administración ha tenido que colocar un cartel disuasorio, pues allí iban a parar diversas especies invasoras que el personal....gracioso él....dejaba en dicha balsa...
Las féminas ...intrépidas.....siguieron el sendero un rato y volvieron con la grata noticia...corroborada más tarde con una información cruzada...de que seguía la ruta más allá de los pedrotes que siempre han sido nuestro final en la zona.Nos queda pendiente la exploración para otro día.
Refrescados con el agua de la balsa, emprendimos el regreso, ya por pista hasta nuestros coches...






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