lunes, junio 20, 2016

A Compostela por el norte

Un viaje de una semana, recorriendo la cornisa cantábrica, para llegar de nuevo s Santiago...
Lo que se conoce como camino del Norte...


Una aclaración:
No esperéis una ruta jacobea del tipo Camino francés...¡ no !

En este "camino", la señalización es muy deficiente..incluso diría que en muchos tramos es inexistente...


En este "camino", no han ahorrado tramos por carretera..
En este "camino", casi no encuentras monumentos que llevarte a la mochila...
En este"camino", los peregrinos se cuentan con los dedos de las manos..
Pero, a diferencia del Camino francés, aquí, los paisajes son extraordinarios y los pocos tramos que recorrimos a pie, verdaderamente agradables..

Una muestra...

En el País Vasco..


 En Cantabria..


En Asturias...


En Galicia..


Por ello, se me ocurre otro título para la crónica....CANTABRIQUEANDO...

Con previsiones de lluvia para toda la semana, dimos comienzo a la ruta en San Sebastián...


Antes que nada, nos dedicamos al muy noble arte de la ingesta de pinchos y buen vino...ya se sabe..con tapa y vino, se anda mejor el camino...
El empezar a andar, tuvo lugar en la Concha, que con una ligera neblina y el monte Igueldo al fondo, conformaban la típica estampa...


El siguiente tramo andariego fue para mí, realmente evocador, pues era desde Orio hasta Zarauz..



Hace 42 años, estuve de maestro en Orio durante un curso...¡ mira,el puerto!...¡ mira la escuela!...ahora llamada Ikastola...¡ Mira...mira!...


Por una fuerte cuesta y entre prados y viñedos, dimos vista a Zarauz.. bella playa y una recortada costa con el telón de fondo del "Ratón de Guetaria"..montaña con esa forma y patria de Juan Sebastián Elcano...
Primus circumdedisti me..."Fuiste el primero que la vuelta me diste ...cuenta su escudo



Para vuelta, la que nos hizo dar la guía para que el personal pudiera ver el restaurante de Arguiñano, y diera  de cámara, como si se tratara del Taj Majal....


El siguiente ramo de andadura, fue en Bilbao city...
Nada especial, salvo el paseo por la zona del Guggenheim  y los alrededores de la ría..
La primera posada fue a bastantes kilómetros...en una playa de Cantabria que nos acogió con un buen hotel y bellas vistas ...


La segunda jornada comenzó en Castro Urdiales...La entrada desde  lo alto del monte, nos permitió la visita de uno de los pocos monumentos de la zona...la Colegiata y su castillo anejo...


En Laredo, siguiente pueblo, hicimos una entrada triunfal por la única puerta medieval que resta de sus murallas..


Aprovechamos la ocasión, para reponer fuerzas pues el día sería largo...


La guía  desaprovechó una excelente oportunidad de acceder a Santoña en barco, atravesando las marismas protegidas de la bahía.. ¡ una pena!, pues el paisaje lo merecía..
La contrapartida...aburrido paseo por el pueblo y rienda suelta al shopping anchovero...


Sin embargo, la palma del despropósito andarín, fue la "visita" a Santander...
El que suscribe, se lo olió y se quedó haciendo la siesta, bien fresquito en el bus.
El resto, se lió a andar por calles, plazas y avenidas, pasando calor y sin poder ver ni siquiera la célebre playa del Sardinero y la isla de la Magdalena...¡ penoso!...

Al día siguiente, se abrieron los cielos y empezó la anunciada lluvia, justo en uno de los tramos más bonitos que pudimos hacer andando...el acercamiento a Santillana del Mar... que ni es santa, ni es llana, ni está junto al mar..( popular)...


Por fin, pudimos estrenar, chubasqueros y demás prendas de lluvia...pero igual que vino, la lluvia se fue y un sol picoso, anunciaba nueva tormenta...


La villa vale la pena. colegiata, palacios, mansiones señoriales...


y un buen aguacero que nos permitió comprender el por qué de tanto pórtico en el pueblo...


La siguiente andadura era por San Vicente de la Barquera, pero a tenor de la que caía, el personal negoció con la guía que la visita se haría al día siguiente...jajajaaj, nos guindaron la visita...                 ¡ negativo!...
Se botó casilla y aparecimos en Llanes, ya en Asturias...


Pueblo señorial, con bellos monumentos y casco medieval...


Por aquí desembarcó Carlos V cuando vino de Flandes a las Españas...si quieres saber cómo fue el recibimiento, pica aquí.
Siguiente paseo...Ribadesella...nada especial en la villa, si acaso contemplar el río, justo en el puente donde llegan miles de piraguas en la fiesta del mismo nombre..



Aquí fue donde empezamos a ver los primeros hórreos...


Sin embargo, más aburrido si cabe fue el paseo urbano por Villaviciosa..ningún objetivo definido, salvo la degustación de la sidra asturiana y tapas que nos hicieron añorar las del País Vasco...
¡ Personalmente, hubiera perdonado la visita!

Visita a la larguísima playa de San Lorenzo en Gijón....


Aproximación al pasado romano en la termas...



Paseo por el antiguo barrio de Cimadevilla


La casa museo de Jovellanos..


 Y poco más..
Otra visita urbana.... a Oviedo...
Pero, había una posibilidad...escapar del programa previsto y dar el salto al monte Naranco...¡ no, no es de los Picos de Europa. Se trata del monte que a tres kms de la ciudad, guarda dos de los mejores ejemplos del prerrománico asturiano, las iglesias de Santa María y San Miguel de Lillo, ambas Patrimonio de la Humanidad...





Un bus, rápido y barato nos puso  en el lugar y alli pudimos disfrutar de la mejor etapa monumental del viaje..




 Al bajar, rápida visita al centro histórico..catedral, palacios ...etc y otro bus nos puso en el hotel a la hora prevista de la cena..


Al día siguiente, el tramo a andar fue debidamente excusado por el que suscribe ¿ razón?.


.Era atravesar un altísimo puente por la ría de Ribadeo, a una altura exagerada, por un paso no muy ancho y notando los temblores de los camiones al pasar..




¡Nooooo, ! Así que lo pasé tan ricamente en el bus...


El puente fue la entrada en Galicia donde iglesias, puentes y conventos, nos iban aproximando a lo que veríamos al llegar a Santiago...



y como no, la lluvia...



El paseo por Cudillero fue un luchar tanto con el diluvio como con  las caídas de alguno.¡ no, yo no !.
El tiempo apenas nos permitió disfrutar de nada más..



¿ Y qué decir de Cadavedo?....


Bello paseo hasta los acantilados en los que una coqueta ermita nos deparó la vista de una hermosa playa allí a nuestros pies...


 La entrada en Galicia la hicimos por Sobrado dos Monxes, quien con su monasterio nos ofreció la mejor versión del "horror al vacío" del arte barroco..



Ya por fín, desde el Monte do Gozo, iniciamos la penúltima etapa que consistió en un atravesar carreteras, puentes y autopistas para llegar al casco viejo..


Iglesia de las Animas...


Plaza del Obradoiro...


Puerta  Santa.....abierta para la ocasión de este año extraordinario ya que no es jubilar...


El final del viaje sin embargo, todavía tenía una etapa por cubrir...el llegarse a Fisterra y tocar el Atlántico en Finisterre...


Quizás...junto a las de Santillana y Orio...fue la ruta más bonita..


Tres kms en continua ascensión, disfrutando de la belleza de la costa y la solemne llegada a la cruz donde acaba la tierra y empieza el  infinito mar...


Y allí, cara al mar, mar donde antaño habitaron quimeras y monstruos según nuestros ancestros, allí, donde muere el sol cada día, allí, recordé a los ausentes....¡ allí, encontré paz !

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