Por el Desierto de las Palmas

¿ Desierto de las Palmas?
¿ Desierto ?...¡ Si no hay desierto !
¿ Palmas ?....¡ Si no hay palmeras?

Estas eran las preguntas matutinas que se hacía el personal desde lo alto de la sierra...
El plan de hoy era recorrer con tranquilidad, los diferentes espacios del Paraje Natural del Desierto de las Palmas..

Se satisfizo la curiosidad general, indicándoles que lo del " desierto" tenía que ver con el espacio alejado del mundanal ruido que los antiguos ermitaños carmelitas necesitaban para su vida de oración personal..y esto lo cumplía con creces el lugar...



Y lo de las " palmas", tenía que ver con la abundancia ...no de palmeras...sino de palmitos..

El caso es que la ruta no hizo sino regalarnos unas magníficas vistas...vislumbramos en la lejanía las Islas Columbretes ... y un tiempo fresquito, sin llegar a frío...

Para hacer piernas, la primera sub- ruta nos llevó a las inmediaciones del castillo de Montornés, de altiva y montañera planta..

El camino...una estrecha senda... nos fue acercando a la fortaleza que fue conquistada solamente por dos avezados escaladores..

Y es que la dificultad de la subida, fue dejando al personal en diferentes terrazas de descanso...

Reagrupada la tropa, nos dirigimos al centro de Interpretación del Parque en el que pudimos visitar los diferentes espacios sobre flora, fauna y demás.

La siguiente escapada, fue en dirección a la llamada Portería Nueva...

Era la muralla que impedía el acceso a las inmediaciones del monasterio Nuevo.

En las cercanías pudimos visitar un "antro" recientemente restaurado..

Llámase antro al sencillo refugio que cada uno de los frailes tenía para vivir en oración, antes de  juntarse en un monasterio.

El monasterio antiguo, fue destrozado por fuertes riadas en el s. XVII y se construyó otro en sitio más adecuado.

No pudimos acceder a las dependencias monacales por llegar fuera de hora.

Algunos lo lamentaron..no tanto por haberse privado de la  visita, sino por no haber podido adquirir el célebre Licor Carmelitano..

Uno de los recursos económicos de los frailes, era la recogida de abundantes hierbas olorosas, con las que destilaban el famoso Licor Carmelitano

Pero sí que pudimos visitar otro antro..éste más auténtico que el anterior...

De regreso a los coches, iniciamos el descenso a Benicasim, donde teníamos  reservada mesa en el restaurante del Camping Bonterra Park
Excelente comida y muy buena relación calidad/ precio.

Os dejo el enlace por si queréis ir.

Una larga sobremesa, puso bello final a una bella ruta que...
"Quien vino..la disfrutó...
Quien no vino... se la perdió "