sábado, julio 30, 2016

Pateando la sierra...de Albarracín

  ¡¡¡ TERUEL EXISTE  !!!

Y para los que amamos la montaña...un paraíso...

Ya de camino, pude disfrutar del acueducto romano que desde Albarracín, llevaba agua abundante hasta Cella...unos 25 kms, de los que unos 9 son subterráneos..


de cuando en cuando, en los acantilados aparecen las "ventanas" de desecho  de los escombros




Ya conocía Albarracín de otras visitas, pero es un pueblo que siempre sorprende..


A los dos días de mi llegada, se incorporaron al evento nuestros amigos Susana y Eduardo que no pudieron resistir la llamada de la montaña y a los que agradezco en lo que vale su compañía.

Al estar solo, y siguiendo mis propios consejos, me dediqué a rutas  "seguras"...pero no por ello menos atractivas...


Hay una ruta llamada "fluvial", que sigue la Hoz de Albarracín y que aunque en algunos tramos es aérea, unas oportunas barandillas y escaleras metálicas, la hacen fácil


Esta ruta la volví a hacer con Susana y Eduardo  como luego veréis.

Paseando por las murallas, divisé allá en lo alto una ermita que parecía que me estaba llamando..


La vista es peor que la realidad de la ruta.



 Un agradable camino de romería, me fue acercando a la ermita, desde la que pude disfrutar de unas vistas impresionantes..

Sabía que los pueblos cercanos a Albarracín, también guardaban parajes bellos, así que esta vez con el coche...me dedique a visitar algunos de ellos,  junto al Guadalaviar...es el nombre que por aquí dan al Turia..


Como el calor apretaba, no desperdicié ocasión de refrescarme en las gélidas aguas


Tramacastilla, Torres de Albarracín, Rayuela...pueblos casi despoblados y que ahora en el verano cobran algo de vida..


Como os dije, el miércoles los compis se  incorporaron al "retiro" y pudimos ensanchar el horizonte...


Volví a repetir la ruta fluvial...


y pudimos acercarnos a los Pinares del Rodeno, donde entre un paisaje realmente agreste y espectacular, visitamos los  diferentes abrigos con pinturas rupestres..


Además de remontar los enormes pedrolos y llegar al mirador desde el que pudimos disfrutar del precioso paisaje...


Satisfecha ya la parte montañera, quedaba la gastronómica...un oportuno y suculento picnic, nos reconcilió con la vida y pudimos disfrutar del ágape, hasta que los truenos cercanos nos hicieron volver al coche por si acaso....



Las dos minirrutas, nos habían sabido a poco, así que al día siguiente emprendimos rumbo a los desconocido...es un decir... y disfrutamos del verdadero y salvaje Teruel...

Primera parada...


Una impresionante cascada con agua abundante y que en tiempos sirvió de fuente motriz para un molino...


Segunda parada...


La antigua iglesia de Calomarde, en la que descubrimos unas lápidas romanas, encastradas en la pared...


Tercera parada...la "perla" del viaje....

¡El río Blanco!

Es un impresionante cañón que a lo largo de los miles de años, excavó este río, hoy apenas una pequeña acequia...


Conforme nos íbamos adentrando, el cañón se hacía más impresionante...


A esas horas del día, el calor ya se  hacía sentir, pero el destino estaba próximo...


Lo malo es que para llegar a él, había que remontar unos peñascos con sus correspondientes y vertiginosas caidas...ya conocéis mi "amor" por las alturas, así que llegado a un punto, el que suscribe dijo que se esperaba allí..


Las pasarelas del río...un complejo de escaleras, cadenas y demás piezas metálicas,  permiten visitar este escondido tesoro..




Sin embargo, la espera me proporcionó una sorpresa extraordinaria..Me encontré con un pastor..Abdul que andaba por esos pagos con un "pequeño" rebaño...apenas unos cientos de ovejas, ayudado tan solo por un perrillo..
El espectáculo de estar rodeados por tantos animales no lo habíamos vivido nunca..
De ello  dan idea las fotos..




El pastor llevaba el ganado a dormir la siesta en una enorme cueva cercana..




Otra sorpresa...al llegar junto a él, nos ofreció una liebre que el perro había cazado..Le agradecimos el regalo, pero lo rehusamos  educadamente por razones obvias..¿ cómo íbamos a cocinarla?...


 Oportuno yantar...abundante y potente, nos fue servido en la hospedería de Calomarde...


Un agradable descanso puso final a estos días pateando la sierra...

Es posible que en otoño organice una estancia de fin de semana para repetir unas rutas tan  interesantes..sin calor y con los dorados tonos de esa estación..

¿Quizás algo así?





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