Antes de seguir, una advertencia….esta crónica sólo es apta para….forofos del Arte y la Historia. Y es que Malta en general y La Valletta en particular son eso: Historia y Arte.
Malta es un país que no tiene montañas, ni ríos, ni bonitas playas…apenas 600 metros de altitud en su cota máxima…en verano tiene que ser inaguantable: atascos, calores, multitudes de guiris…entonces, ¿ a qué ir a Malta?...pues a eso: Historia y Arte, Arte e Historia en cantidades industriales. Ir a ver la multiculturalidad que se ve en sus calles, a disfrutar de la amabilidad de sus gentes, a comer bueno y barato, a ser uno más entre los muchos que han pasado por aquí y que dejaron su huella: fenicios, cartagineses, griegos, romanos, sicilianos, genoveses, pisanos, sarracenos, españoles, franceses, ingleses…
.
Como viajero, que no turista, he pasado cuatro días en la isla de Malta…dejo para otra ocasión Comino y Gozo, las otras dos islas. Como viajero, que no turista, no os voy a ofrecer una crónica al uso…para ello ir a las guías turísticas…voy a compartir con vosotros, pacientes lectores, un cúmulo de sensaciones, de impresiones, de cosas pequeñas que pueden pasar desapercibidas, pero que en realidad son las que enriquecen al viajero en tierra extraña..
Recién aterrizado, un autobús me llevó a La Valleta, la capital de Malta. Primera impresión, los autobuses. Al no tener trenes, suplen con autobuses el transporte del personal. Todos ellos, salen y llegan a la plaza del Tritón, una rotonda frenética de movimiento, coches y personas sin parar. Y es que todas las líneas son radiales. Tienes que ir y volver siempre aunque vayas al pueblo de al lado…afortunadamente los precios son de un barato irrisorio: 2.60€ /día o 12€/ semana…para viajar todo lo que quieras. Ni que decir tiene que por ese precio, me salió barato recorrer la isla.
Bueno, ¿ qué decir de La Valletta?...”Una città construita da Gentiluomini per Gentiluomini”..¿ os lo traduzco?...Una ciudad construida por gentilhombres para gentilhombres. Y es que fue así. El gran Maestre de la Orden ( de la que os hablaré luego) planificó una ciudad nueva con calles rectas, palacios, iglesias…todo ello en un tiempo récord. Luego me la amuralló, mejor dicho la blindó con baluartes, muros enormes, fortines, cavalieres….y ¡ upa! Una ciudad como pocas en el mundo, que además se conserva exactamente igual que cuando se construyó, y eso que fue que fue intensamente bombardeada en la II Guerra Mundial.
Toda la ciudad es un conjunto de monumentos a cual más bello…En primer lugar las dos entradas : la Porta Grande y la Victoria Gate…¿ en inglés?...sí por supuesto…hasta el año 1965 fue colonia inglesa y eso se nota en todo: letreros, cabinas telefónicas, horarios, costumbres….pero “ en mediterráneo”…gente que comparte, bullicio en las calles…hablan a gritos…
.
Te sorprenden los “albergues”…¡ no, no son hoteles!..Los caballeros de la Orden de San Juan del Hospital, tenían su sede en la isla de Rodas y su misión era cuidar a los peregrinos heridos o enfermos que iban a Tierra Santa…eran los hospitaleros. De paso, de cuando en cuando, lanzaban ataques a los turcos que, cansados de la insistencia, los desalojaron de su isla e hicieron que recalaran en Malta. Aquí se hicieron fuertes y siguieron dando caña al turco .
Lo que se conoce como “El Gran Asedio”, es lo que dió fama a Malta y a sus caballeros. Pararon el avance turco por el Mediterráneo y gracias a ello Europa es lo que es…igual estaríamos rezando a Alá en este momento…Pues bien, estos caballeros tenían que defender los baluartes de la ciudad por zonas. Lo hacían agrupados por lenguas: provenzal por Francia, Castilla y Aragón por España, lombardo por Italia….cada lengua tenía un palacio albergue en el que vivían aquellos caballeros que no podían permitirse un palacio…uno de los más lujosos era el de Castilla, junto al que tenía yo mi hotel, en la parte más alta de la ciudad, gozando de unas vistas maravillosas…
Frente a Valletta, están las llamadas Tres Ciudades, más antiguas e igualmente defendidas por poderosas murallas y enriquecidas por un sin fín de monumentos…baste decir que entre ellas y la capital, tienen unos 300 …lo que hace a la ciudad Patrimonio de la Humanidad…
Ya os he dicho que Malta fue colonia inglesa y por lo tanto tutti quantti habla inglés pero…tienen una lengua propia: el maltés..¿ que cómo es?...pónganse en un recipiente una parte de italiano, dos de griego, añádanse il o al a principio de muchas palabras, colóquense puntitos y diéresis en vocales y consonantes…y eso es el maltés. Un idioma incomprensible…y si lo escucháis…ininteligible.
De la época colonial, mantienen tradiciones típicamente británicas…una de ellas, realmente emocionante, el toque del Memorial. Una enorme campana, cuando dan las 12, empieza a sonar en honor de los que “pro Patria maltesa moris”…los que dieron su vida por la Patria.
El estruendo es tan grande, que se prohibe estar cerca por temor a lesiones auditivas…cuando termina el concierto campanil, se produce el cañonazo de la Saluting Baterie. Allí, al son previo de una balada escocesa de gaita, soldados uniformados de la época, proceden a disparar un cañón que indica la exactitud de la hora del mediodía…¡ estos ingleses…!
Ya os he dicho, que mi crónica va por momentos y sensaciones…
No he visto ni un solo graffiti en toda la isla, ni siquiera en las zonas más deprimidas…que tampoco las hay…no he visto ni un mendigo durmiendo en las calles, ni rebuscando en la basura…cosas a las que ya estamos acostumbrados en nuestras ciudades…
Me quedé lelo contemplando la majestuosidad de la Con Catedral de San Juan.
Una capilla por cada una de las “lenguas” de la Orden…multitud de coloristas sepulturas de los caballeros…un reloj peculiar que en tres esferas marcaba: la hora, el día de la semana y el día del mes…
Admiré la Sacra Enfermeria, en la que los caballeros de la Orden cuidaban a los enfermos…una cama para cada uno de ellos, una letrina al lado…lujos inauditos para la época…
Disfruté de una Navidad anticipada en meses…todas las calles y comercios, ya lucían sus adornos navideños…¡ a principios de noviembre!...reiros del Corte Inglés…
Comprobé que no hay una casa con su plaquita de la Sagrada Familia, una esquina sin su santo, un barrio sin su iglesia…y es que los malteses son católicos hasta la médula de los huesos…las iglesias siempre tienen fieles, sea la hora que sea, rezan el rosario por la tarde…no dejan entrar a sus templos si no vas decentemente vestido…conventos, santuarios por toda la isla dan prueba de su católica fe…
Curiosa la costumbre de poner mástiles en lo alto de sus casas. No mástiles pequeños, no…¡ enormes!..y es que en las fiesta señaladas, el país se puebla de banderas…cientos, miles…
Muy interesante el Museo de la Guerra…allí encontré toda clases de recuerdos bélicos…toqué y retoqué el jeep que utilizaba el general Eisenhower en sus visitas al Frente…
Comprobar que el puerto de La Valletta es uno de los más profundos del mundo. Los grandes cruceros atracan justo junto al muelle...a pesar de su enorme tamaño...las hormiguitas son personas...
Una visita que no quería perderme fue la del Museo Nacional de Arqueología…y es que conocía la existencia de una colección única doble…
.La de las Venus maltesas, gordinflonas y rollizas figuras femeninas de la época prehistórica, representaciones de la fecundidad…quizás Botero se inspiró en ellas para sus estatuas
La de la colección fálica…en la que destaca lo que llamare falo trifásico”..¡ misterioso!
Emocionante la visita a la Biblioteca Nacional en la que, tras pasar unas fuertes medidas de seguridad, con entrega de pasaporte incluida, pude disfrutar de la contemplación de los miles de libros y legajos de la Orden de San Juan, allí junto a mi…más de quinientos años de Historia…
Reverente el paseo por el palacio de los Grandes Maestres, hoy residencia del presidente de la república. Cuando no está, se permite la visita por los lujosos salones, la Armeria con su trofeos de guerra conquistados al Gran Turco…
Resistí la insistencia de los conductores de cabriolés que se ofrecen para un paseo guiri
por las calles de la ciudad…
Aprovechando la baratura de los autobuses, visité tres puntos cardinales de la isla..
Al norte fui a Burgibba…¡ decepción total!...un mazacote de edificios playeros, tipo Cullera o Gandía…todo por y para el turismo inglés que sólo busca playa y diversión nocturna…¡ con deciros que tras una hora de viaje, ni siquiera bajé del autobús…!
Al sur me llegué a un delicioso pueblecito pescador, de nombre impronunciable…Marsaxlokk…en el que pude disfrutar tanto de una buena y barata comida en un figón del puerto, como de la contemplación de las típicas y coloristas barcas de los pescadores, todas ella adornadas con el Ojo de Osiris, antigua costumbre que según ellos, les protege y les da buena suerte…
La guinda de la visita a la isla, fue al centro, a los pueblos de nombre árabe…Medina y Rabat…más árabes, imposible.
A la primera, a Medina le llaman la Ciudad del Silencio…calles medievales, angostas silenciosas…tuve la suerte de disfrutarla completamente a solas, era muy temprano..
Tenebrosa la visita al cementerio local….es el sótano de un convento. Allí entierran a los habitantes del pueblo…incluso hoy en día…la entrada ya da idea de lo que vas a ver…
Esta ciudad fue la primera de la isla, la fundaron los romanos con el nombre de Melita…de ahí viene Malta. Es el punto más alto..apenas 600 m s.n del mar…catedral, palacios, conventos….todo perfectamente conservado…y las consabidas murallas de grueso calibre para la defensa…
La otra ciudad, Rabat, es distinta…más moderna…esperaba una decepción pero encontré ¡ las catacumbas!. Enterramientos de los primeros años del Cristianismo.
Sorprenden por su tamaño…todas ellas son cuevas con nichos adosados en paredes…una gran mesa de piedra en el centro…emocionante pensar en los banquetes funerarios acompañados de cántico de himnos en honor del difunto….
Las otras islas maltesas tienen nombres sugerentes: Comino y Gozo…me quedaron por visitar…¿quizás sean el motivo de una próxima visita a este pequeño pero muy interesante país…?