La playa de Berniéres s. mer, el día 6 de junio. Las tropas canadienses desembarcando junto a una casa que fue la primer liberada de Europa. Las columnas de soldados...
La misma playa, la misma casa, hoy convetida en museo
.
De nuevo, el desembarco al amanecer de Dia D, los hombres saltando de las barcazas bajo el fuego enemigo..
El mismo lugar, a la anochecida, 65 años después...Unas flores recuerdan a los caidos...
En la llamada Brecha de Fresné, paso entre las dunas que impedían el avance. Un tanque cae en un barrizal y queda atrapado muriendo sus ocupantes, excepto dos de ellos. 50 años después, se rescata del barro ante la presencia de los supervivientes, ya ancianos...
El mismo tanque, el mismo lugar, la misma sensación de presencia...
la playa tranquila, solitaria de Coleville s. mer. El Dia D, su nombre era Omaha Beach. Allí se libró uno de los más encarnizados combates. Mientras la contemplaba, no podía olvidar el monumento que había visto unos instantes antes:
Los nombres, uno tras otro, en interminable lista...
y sobre todo sus tumbas, allí en los cementerios americano y alemán...
No me resisto a transcribir las palabras del poeta Rafael Alberti, palabras que sirven para ilustrar las fotos anteriores, la de un judío y un alemán, muertos en combate alli, en el mismo lugar en que yo me encontraba. Valgan como homenaje a ellos
"Lo grito aquí: ¡Paz! Y lo grito
llenas de llanto las mejillas.
¡Paz, de pie! ¡Paz! ¡Paz, de rodillas!
¡Paz hasta el fin del infinito!
No otra palabra, no otro acento
ni otro temblor entre las manos.
¡Paz solamente! ¡Paz, hermano!
Amor y paz como sustento."
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