Solo faltaba el saltar a la cuerda, volar el "caxtirulo" y los juegos infantiles..
De lo demás, teníamos de todo...vayamos a ello...
Como primera providencia, nos personamos, camino de La Pobleta, en un afamado horno de Casinos, donde pudimos agenciarnos con unos bocatas estupendos, cocas varias y demás lindezas...
Luego, nos llegamos a la "caseta" que Juan y Carmen tienen en las cercanías de La Pobleta..
¿Caseta?..¡ sí, sí caseta!...
En realidad se trata de una casa de campo rehabilitada con mucho gusto, y sobre todo muy cómoda..
La verdad es que nos esperábamos una caseta entre campos de secano, en un paisaje más o menos humanizado...
Pero no...el paisaje era totalmente montaraz, con abundante vegetación y sin rastro de los incendios que han asolado la zona..
Además, no se veía ni una de las abundantes canteras que tanto proliferan por allí..
Debidamente almorzados, emprendimos la primera ruta del día..la subida a las Peñas de Dios..
El camino por el bosque fue muy, pero que muy agradable, con una sorpresa añadida..
Juan nos resultó ser un perfecto guía , pues mientras nos enseñaba sus campos, nos prodigó toda clase de explicaciones sobre las trufas, sus cultivos, etc..
Paso a paso..muy pero que muy relajados, fuimos subiendo de cota, hasta llegar a la gran cruz que marcaba la cumbre de una de las Peñas..
Desde allí, disfrutamos de un inmenso panorama a nuestros pies..estábamos a más de 1200 metros de altura..incluso divisamos la nieve en las cumbres de la sierra de Javalambre...
El descenso, igualmente relajado, nos condujo de nuevo a la caseta, donde nos esperaba el condumio..
Debemos agradecer y agradecemos a Juan y Carmen, su trato hospitalario, pues no solo pusieron a nuestra disposición mesa y mantel...literal..., sino que habían preparado toda clase de bebidas, ensalada y café para el personal..
Ni que decir tiene que tanto la comida como la sobremesa, fue todo un muestrario de chistes, anécdotas, risas y demás..
Incluso algunos aprovecharon el rato para una siestecita al calor de la lumbre...lumbre que también nos fue ofrecida muy gentilmente..
Fue muy corta..la digestión no soportaba largas caminatas...y estuvimos recorriendo cada una de las "estaciones" de la Ruta Medieval...
El Portal de la Muralla
El puente medieval
La antigua calzada empedrada del Camino Real de Aragón
Un antiguo molino
Cumplida la tarea, los adioses, besos, abrazos y parabienes, pusieron fin a esta estupenda ruta de un día de Pascua
Gracias y aplausos para la pareja anfitriona. Un dia redondo y la compañía como siempre de 10. Y gracias al viento...ya sabeis por que
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