Visitando ValldeCrist

Ara Cristi...PortaCoeli...Escala Dei...Aula Dei...ValldeCrist... son todas, cartujas con sugerentes nombres repartidas por toda España..
La última de ellas..ValldeCrist, la tenemos apenas a cincuenta minutos de buena autovía desde Valencia...pero sigue siendo una perfecta desconocida...

Hoy nuestra ruta, ha sido adentrarnos en la historia de tan célebre cenobio, uno de los más grandes que tuvo la orden cartuja, o solo  por los edificios que la componían, como por la gran cantidad de ingresos que recibía, tanto de donaciones como de tributos y diezmos diversos...
Tenemos que decir que la visita, ha sido posible, gracias a la amabilidad de la Policía Municipal que nos ha brindado toda clase de atenciones, sobre todo....
¡ Las llaves de la cartuja!!

Porque todo el conjunto está rodeado de murallas y no es visitable así como así...
Gestiones previas, me pusieron en contacto con ellos y amablemente nos indicaron cómo y cuándo dejarnos las llaves..
La cartuja, evidentemente, está en ruinas...fruto de la gran pifiada de la Desamortización de Mendizábal en el s. XIX..
Sin embargo, las dimensiones de los edificios y espacios que todavía quedan en pie, dan idea de lo poderosa que fue esta cartuja..

Todo el personal, llevaba en sus móviles,  una "chuleta" para poder ver cómo sería en su tiempo el conjunto. La teneis en la foto anterior..Hay que decir que no tod@s la llevaban en consulta...Omitimos sus nombres por amistad y prudencia..Otras, si que la llevaban....¡ Mu bien Pilar!...

Abiertas que fueron las puertas de entrada, pasamos a ver primero la iglesia Mayor...Está en obras y como pudimos entramos sin darnos un gran susto con la caída en histórico agujero del compi Arturo, que no sabe cómo llamar la atención.
Susto nada más, afortunadamente...
Como podéis comprobar por la foto, la iglesia era inmensa, y todavía se adivinan los elementos decorativos que no pudieron arrancarse y venderse tras la Desamortización..
De allí, pasamos a la vecina iglesia de San Martín..

Esta ha tenido más suerte, pues gracias a que se destina a ceremonias de bodas laicas, ha sido convenientemente restaurada y muestra su estilo gótico, con todo su esplendor..
Una segunda "llavota", nos permitió bajar al sótano que hay debajo de la iglesia...¡ enorme!..
También de estilo gótico, servía para almacenar la gran cantidad de alimentos y vino, aceite y demás provisiones que la cartuja  recibía cada año..

Siguiente visita...el Claustro Viejo con su pozo central sobre la enorme cisterna que proveía de agua a las diferentes dependencias.

Sobretodo a la cocina, cuya puerta que daba al refectorio era denominada por los cartujos.. "La Puerta del Infierno"...¿¿ ??..porque allí se comía carne, cosa que era considerada pecado por los reverendos .Padres
Tanta historia, aguzó el apetito del personal que...cual día de Pascua...se sentó en el suelo para degustar cada uno lo que llevaba, rodeados por el paisaje y la cercanía de la cocina..¡ para hacer juego !!...

Finalmente, nos desplazamos hacia el inmenso Claustro Mayor, casi de dimensiones futboleras..
Allí eran enterrados todos los que vivían en el monasterio...eso sí...cada uno en su zona...los Padres en una y los Hermanos y siervos en otra...¡ Que siempre ha habido clases!...

También llamaron la atención del personal, el conjunto de celdas adosadas de los reverendos Padres que rodeaban completamente el inmenso claustro..
Cada una de ellas, con su pequeño huerto...los clérigos tenían obligación de trabajar varias horas en los mismos...estaba completamente aislada de las demás..pues la regla les prohibía hablar entre ellos..

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Finalizada la visita, volvimos a devolver las llaves y nuevamente la amabilidad de la Policía Municipal tuvo el detalle de venir a buscarnos, evitando tener que llevarlas al retén...

¿Pero no terminó aquí la jornada!

Pues no, porque hacía falta hacer "gana", así que nos dirigimos a la Fuente de los 50 caños de Segorbe donde aparcamos.

Desde allí,  iniciamos una ruta remontando el curso del Palancia, que nos llevó primero por pista y luego por una preciosa senda, hasta el paraje del Salto de la Novia..

Una vez allí, la correspondiente sesión Vogue...

La llegada al Salto, nos permitió refrescarnos con unos pediluvios que libraron a nuestros maltrechos pies del cansancio acumulado..

De nuevo el regreso , significó el despiste de algunos que en el pecado llevaron la penitencia y tuvieron que andar mucho más que los demás...¡ y además por carretera!.
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Que conste, que las que están bajando el escabroso camino, no fueron las que se perdieron...

Al final, nos esperaba el consabido condumio en Torres Torres donde como siempre, fuimos debidamente agasajados y donde el personal se apuntó mayoritariamente al menú "colágeno" en forma de manitas de cerdo..
Relajada sobremesa y cada cual a su olivo....