Rutas de senderismo por Cantabria

Como ya sabéis, la llegada del verano significa el final de nuestras salidas sabatinas. El calor impone su ley y cualquiera lo desafía. Sin embargo, personalmente,me resisto a dejar de lado el senderismo y procuro "huir" a lugares donde los malévolos grados no me aplatanen. Este año escogí ir a pasar unos días en Cantabria.La verdad es que acerté de pleno. Las temperaturas eran suaves ( máximas de 22 fresquitos grados). El paisaje insultantemente verde ( a pesar de que según los lugareños, la sequía los habían dejado algo pardos, ¡quién lo diría!).


El caminar por los valles pasiegos es una gozada. El terreno es ondulado, los caminales abundan y cuando no puedes utilizarlos, siempre puedes ir prado a través ( eso sí, teniendo cuidado con las vacas. Tuve que retroceder en una ocasión..la mirada malévola de una de ellas me hizo desistir de mi empeño).Las rutas no sólo te permiten disfrutar del paisaje,también te ponen en contacto, de repente, con un pasado que hoy nos parece tan lejano... pero que sin embargo sigue coexistiendo con la más rabiosa modernidad.


Las cabañas del Valle del Pas todavía son utilizadas por los pastores trashumantes que guardan en ellas sus ganados y el heno que necesitan.
Son construcciones "ecológicas", llenas de encanto...aunque desde el punto de vista higiénico...brrrrrrr. Curiosamente tienen mucha demanda como "segunda" residencia de los urbanitas santanderinos que pagan por ella sus buenos €.


Los montes cántabros me han permitido poneme en contacto con deliciosas vias verdes.
Ferrocariles de corto recorrido unían la zonas mineras con la costa. Abandonados durante años, hoy han sido transformados en cómodos recorridos senderistas que permiten disfrutar tranquilamente del verde paisaje.

Por si fuera poco, por la zona discurre el antiguo Camino del Norte Jacobeo, que fue utilizado durante mucho tiempo, por los peregrinos que iban a Santiago, antes de que se "abriera" el Camino Francés".
Sendas evocadoras que atraviesan bosques umbríos, soledades, hayedos misteriosos, molinos, puentes, casonas señoriales...Todo se me fue ofreciendo en una continuada y evocadora película. ¡Lástima que se me acabara el tiempo! ¡ Prometo volver!