Una nueva etapa en mi vida senderista.. retorno a mis orígenes......Volver a aquellos sitios que descubrí y recorrí, hace tanto tiempo...sin prisas....sin kilometraje previo...en silencio...
Esta entrada me servirá de cuaderno de bitácora, donde , como siempre, se plasmarán las crónicas, pues si hay algo más hermoso que contemplar un lugar, es el poder recordarlo pasado un tiempo...la memoria es débil, pero lo escrito, escrito queda...
No, no es el nombre de un restaurante chino, es tal como su nombre indica...La Puerta del Cielo...Porta Coeli...
En este retornar a mis primeras y antiguas rutas, la visita a la Vall de Lullen, significa para mi, estar si no a las puertas del Cielo, sí el entrar en el gran templo que la Naturaleza nos prepara.
El pórtico ideal ha sido la antigua y ruinosa ermita que domina el valle. Desde mi anterior visita, los pinos han crecido, las huellas del incendio devastador, se han restañado. Sentados alli, mirando el valle, las campanadas de la cartuja tenían una tonalidad especial....quizás llamaban a la oración...al trabajo...el caso es que me pareció que me estaban dando de nuevo la bienvenida...
Tuvimos la suerte de encontrar abierta la puerta y pudimos aventurarnos hasta donde nunca había llegado, a la misma puerta...cerrada, eso sí....del monasterio. Tan de cerca, la cruz monacal, erguida al luminoso cielo azul era como recordatorio de lo que significó en el pasado esta cartuja...
"Hermano Bonifacio...tened cuidado con esas opiniones e inquietudes, pues sólo llevan a un lugar...¡ a la hoguera!...Estas palabras me recordaban que allí, entre esos muros, Fray Bonifacio Ferrer, hermano del célebre Vicente Ferrer, tradujo la Biblia al valenciano, casi 200 años antes de que Lutero revolucionara la Historia, traduciéndola él al alemán e iniciando así la Reforma...
En efecto...la hoguera se encargó de eliminar todas las biblias, de las que sólo se conserva una página en el Museo Británico...y el bueno de Fray Bonifacio. fue desterrado a la cartuja de la Vall de Crist, allá por Altura..
La Naturaleza, ha sido pródiga en estos lares....el majestuoso Pi de la Bassa, impresiona por sus dimensiones y edad...175 años...sentarse a su sombra era como hacerlo en la pata monstruosa de un dinosaurio....
Los frailes, prácticos ellos, tuvieron la ocurrencia de hacer llegar el agua a su cartuja construyendo un bonito acueducto...sigue en pié, aunque nos han privado de la visita al nacimiento al haber vallado todos los accesos...
Decidimos almorzar en la Font del Marge, pero antes nos acercamos a la finca de la Pobleta...allí, de nuevo la Historia surge a nuestro paso...entre pinos centenarios, la masía medieval en la que Azaña disfrutó paz y tranquilidad en el periodo convulso de la guerra civil, cuando el gobierno de la República, se refugió en Valencia....
Y por fin el término de nuestra ruta, la Font del Marge.....fresca en verano...los enorme eucaliptos han seguido creciendo ...las frescas aguas....escasas por la pertinaz sequía....¡ todo sigue igual que hace años!
Almorzados y descansados, emprendimos regreso que....al ser todo cuesta abajo... nos resultó muy, pero que muy placentero...
CAMINOS DE HIELO Y NIEVE EN LA FONT ROJA
Cuando se contempla la placa conmemorativa de la gran nevada, se comprende perfectamente lo que estas sierras:las del Menejador y la Mariola. han significado en la economía de la gente de la comarca...
Cada año, la madre Naturaleza, generosa, cubría de manto blanco las laderas y permitía que hombres, mujeres y niños, se ganaran unos dineros, llevando la nieve a las cavas, donde se mantenía el hielo hasta el verano...
Hoy día, las cavas solo cumplen la misión de la visita turística y/o montañera, pero allí siguen, como ejemplo de que, respetando la Naturaleza, todo se conserva hoy y para el futuro...
La visita a la cava Coloma, se vio amenizada...o dificultada según se mire...por la nieve que quedaba desde la semana pasada. Las bajas temperaturas, la habían convertido en resbaladizo hielo ,lo que me hizo extremar las precauciones...."batacazo remember"...
Poco a poco, fuimos remontando la pista y pronto llegamos a la "exposición" que han montado sobre otros trabajos que la sierra ofrecía: las carboneras y los hornos de cal.
El acercarse a la solana de la Font Roja, alivió algo la temperatura y sobretodo, permitió ver estupendas vistas desde el mirador...
Lo tardío de la hora....ténganse en cuenta que habíamos iniciado las marcha sobre las 12...nos obligó a emprender regreso, dejando para una próxima ocasión la visita detenida a las cavas...
Mientras volvía, contemplando la nieve, no podía menos que pensar en lo diferente que sería la sierra a la llegada de la primavera.....resonaban en mis oídos la música y la letra de la c anción popular "Serra de Mariola"...
Y estas sierras, como dándonos un anticipo de esa primavera, nos ofrecian los coloridos frutos de los madroños, de un rojo intenso...¡ Gracias !
LA RUTA DE LOS FÓSILES EN ARQUELA
Desde lo alto del mirador del Azud, no puedo evitar el considerar lo majestuoso de la Naturaleza....¿Cuántas veces habré hecho esta ruta?....¡ ni lo sé!...pero cada vez me es totalmente nueva. A mis pies el barranco de Arquela, los pinos que invaden el paisaje...afortunadamente...el cielo azul, el aire límpido...
He bautizado la ruta como la de los fósiles...¡ cierto!...pocas veces se han visto tantos...de todos los tamaños y formas...
Y es que la ruta tiene...como ya sabréis....muchos alicientes. Aparte del paisajístico, nada más empezar, ya tienes a la vista los Corrales de Cilla con sus pinturas rupestres...difíciles de ver....
...así como un nevero pequeño que abastecía de hielo a la vecindad.
Ha pasado el tiempo, han crecido los árboles, así que ¡ cuidadito con el desvío para el mirador!.
Nada más remontar la larga cuesta, surge un camino a la derecha que está marcado con señales de PR que...por no estar atentos... se sobrepasaron ...
Otra cosa a tener en cuenta es que...una vez visitado el mirador y regresados al sendero, debe hacerse caso omiso de una cruz de las señales y hay que enfilar la vertiginosa bajada que nos llevará directamente al azud. De lo contrario, seguir las señales del PR, te aleja y aleja y apareces camino de Chelva en unos campos de olivos.
El azud, silencioso y tranquilo, es un lugar perfecto para disfrutar de una comida campestre..al solecito y escuchando el rumor del agua...
Lo dicho....otra vez la Rambla de Arquela....nueva, diferente.....
LA RUTA DEL TRIGO EN LA CIUDAD DE VALENCIA
Para esos días lluviosos que impiden salir a la montaña, la Historia...buena maestra...nos permite hacer micro-rutas que nos acercan lugares que, por próximos, muchas veces se desconocen.
Esta es la ruta del trigo.....os preguntaréis..¿una ruta del trigo?...¿y en Valencia?...¡ Pues sí!
En la edad Media, la carestía de trigo era motivo tanto de hambrunas como de motines. Para evitarlos, los jurados de la ciudad de Valencia, decidieron comprar a Burjassot, una colina de escasa altura, de terreno calcáreo, apto para la construcción de unos depósitos, o silos, en los que almacenarían el trigo en época de bonanza y lo tendrían disponible en época de escasez.
Y así fue que en a finales del s. XVI, se construyeron 41 silos que eran capaces de almacenar una gran cantidad de fanegas.
La colina se convirtió en una plataforma en la que destacan las tapas pétreas de los silos, con argollas para poder protegerlos con cadenas que evitaran su hurto.
Diversos empleados vivían en el conjunto que contaba con una ermita protectora, dedicada a San Roque.
Desde Burjasot, los carros con el trigo se dirigían a Valencia, donde accedían por el puente y puerta de los Serranos, cercana al Almudín.
El Almudín, era el centro en donde se distribuía el trigo a los diferentes molinos de la ciudad. Era un edificio de origen árabe, construido sobre otro más antiguo, el horreum romano de la ciudad.
Allí, seguían las medidas de protección, que se puede observar en las almenas que pueden verse a pesar de las diferentes restauraciones que ha sufrido el edificio.
El Almudín estaba descubierto y fue mucho más tarde, cuando de cubrió con tejado y se añadió la logia actual..
En el interior, se pueden observar diferentes pinturas e inscripciones que corresponden a los diferentes encargados que cada año se iban turnando en la custodia del trigo.El trigo se almacenaba debajo de los porches que marcan los arcos.
Hoy día, poco queda de la la actividad que se desarrollaba en el Almudín...tan sólo el nombre de alguna calle cercana, nos evoca lo que fue y significó el trigo en la ciudad de Valencia.