Esta es una crónica un tanto atípica….tiene dos actos para
el mismo recorrido…la Serranía de Cuenca. La hice solo y un tiempo después, en
compañía del grupo. Es lógico que se repitan cosas…mi viaje fue más extenso que
con los compis…sin embargo, no me resisto a dejar constancia de ambas
situaciones. Eso sí, primero relataré la segunda visita….Así, si os interesa,
pasaréis a mi viaje personal..¿que no?...pues no lo leéis y aquí paz y allá…en
la serranía..gloria…
Lo que iba a ser una repetición de mi viaje de hacía unas
semanas, se convirtió en una bonita excursión, muy diferente de las
sabatinas…Muchos kms…todo el día viajando…salida al amanecer y regreso ya
anochecido..
Fieles a la puntualidad, a las 7 ya estábamos a pié de
coche, enfilando camino de Cuenca…habíamos acordado parar a almorzar sobre las 9.30…¡vano intento!
A esas horas, parecía que todavía no habían puesto las
calles en Cuenca…y que es que no encontrábamos un bar ad hoc…tuvimos que
llegarnos casi a destino, a Villalba de
la Sierra ,para poder almorzar…jejeje.¿.almorzar?...Unos tuvieron la ocurrencia
de casarse ese sábado y el restaurante estaba lleno…ni almorzar, ni comer, ni
na de na….Menos mal que un alma caritativa, nos dejó entrar en el tablazo…un pequeño lago para pescadores y
allí, muy juntitos en una mesa, pudimos darle al diente…
Repuestas las fuerzas, caminito de Las Majadas…subiendo el
monte, pudimos apreciar la inmensidad del bosque, los agrestes cortados, los
buitres rondando su almuerzo allá en lo alto…Dejamos los coches en el aparcamiento
y allá que nos fuimos a descubrir..los demás…a repetir…yo,,, el extraño paraje
de Los Callejones…formidables rocas con una y mil formas…¡ mira, un puente!.
.¿y
eso?…¡parece King Kong enfadado!...¿Qué ves allí?...Asi, de roca en roca, de
callejón en callejón, estuvimos un par de horas recorriendo la zona…
¡Oye, aqui
pone el Cirio!...se trataba de un paso estrecho, con forma de vela que algunos
se empeñaron en pasar…¡y lo consiguieron! A riesgo de quedar allí
aprisionados….
Completamos la ruta, dirigiéndonos a la zona de Los
Miradores….optamos por llegar en coche, pues la señal correspondiente indicaba
que a pié había un km que comprobamos que mediría lo menos 2000 m…¡ además el
calor y la solanera apretaban en la zona!.
Desde allí, pudimos disfrutar de la inmensidad de la
sierra así como una bandada de buitres
leonados que volaban por debajo nuestro…¡ vaya espectáculo!
Regreso a Villalba camino de Uña…¡ sí, donde íbamos a pasar
la Otoñal!...El personal pudo comprobar la belleza de la laguna, los farallones
de la Raya sobre la misma…
Escarmentados por lo del almuerzo, habíamos reservado mesa
en un restaurante de lo localidad…algo tardones…no muy barato…pero ¿qué le
vamos a hacer?...¡Teníamos que comer!.
La inevitable parada en el Ventano del Diablo, nos
sorprendió con el tajo profundo que el Júcar ha hecho en la sierra a lo largo
de milenios…Su pelín de vértigo viendo la profundidad de la garganta, te hace
aferrarte firmemente a la barandilla de
hierro…
Antes de volver a Valencia, optamos por un recorrido por la
parte antigua de Cuenca. El plan era sencillo….nos dirigiríamos al Parador
Nacional..aparcaríamos allí…atravesaríamos la pasarela y breve recorrido por el
barrio medieval..la catedral…el castillo…
El caso es que 5000 más tuvieron la misma idea y no pudimos
ni siquiera aparcar…vueltas y más vueltas…subida con el coche a la Plaza
Mayor…amenaza de quedarte allí clavado por el cierre de las calles por
fiestas…el caso es que el que suscribe, no tuvo más remedio que llegarse a la
ciudad nueva, dejar el coche en zona prohibida y quedarse allí de guardia,
mientras que el resto del personal…que previsoramente habían dejado el coche en
un aparcamiento, pudieron realizar una visita que, aunque breve, les resulto
muy atractiva….
El que suscribe, en castigo, tuvo que quedarse junto al
coche esperando la reunificación…¡ aprender otra vez!
El regreso a Valencia, tarde, pero sin complicaciones, puso
final a una bella jornada, distinta a las nuestras habituales, pero igualmente
agradable…
Y ahora, la crónica personal del mismo viaje pero en
solitario…
Los calores del verano y la inevitable atracción que ejerce
sobre mi la montaña, me han llevado a pasar unos días en la serranía de Cuenca,
zona agreste donde las haya.
Establecí mi base de operaciones en un bonito hotel, junto a
un “tablazo”…pequeña lámina de agua en la que los pescadores usan sus mañas
para atrapar truchas que saben latín…
La zona de la serranía tiene la gran ventaja de estar
perfectamente comunicada con una muy buena red de carreteras…perfectamente asfaltadas,
con quitamiedos en los lugares comprometidos….
La primera visita fue a la localidad de la Fresneda..¿qué me
llevó a ella?....la visión de una inmensa iglesia en ruinas dominando el
pueblo. Preguntando por la calle que me acercara a la misma, trabé conversación
con el antiguo alcalde del pueblo que me contó toda la historia…que si en la
guerra,,,que si tiraron abajo la campana…que si las vigas se desmoronaron…que
si el alguacil quemó los antiguos libros parroquiales…que patatín…que
patatán…
Tuve que hacer esfuerzos para poder visitar la ruina eclesial y poder
largarme del pueblo huyendo de la prolija conversación del paisano.
Siguiendo las huellas de ruinas nobles, me llegué a Priego,
no la de Córdoba, sino la de Cuenca. Para llegar a ella, hay que atravesar la
imponente hoz que un río de nada, labró
a lo largo de milenios…En lo alto de la misma, dominando el paisaje, el
monasterio de San Miguel, de honda tradición en los pueblos del contorno…en la
hospedería antigua tienen lugar campamentos juveniles…¡ buena costumbre!...
Preguntando así como de través…no fuera a pasarme lo mismo
que en la Fresneda, di con otro convento en ruinas…iglesia, claustro….tremenda
su visión allí en medio de los trigales….El pueblo está en la llamada Ruta del
Mimbre….abunda tanto en la zona que incluso vi muchas plantaciones….
Si algo hay que decir de la serranía de Cuenca es que vamos de aguas en aguas…La más próxima a Priego
es el balneario de Alcantud…varios kms de pista de tierra y ¡ decepción!..hace
tres años que está cerrado….
Segundo intento….otros kms y deseo de visitar el Real
Balneario de Solán de Cabras…
¡ decepción doble!...a la entrada del hermoso valle han
instalado una enorme fábrica de proceso del caolín que emite unas humaredas
terribles…tapándome las narices, me llego al balneario y ¡ oh, sorpresa! Un
puesto de control…guardia de seguridad que me pregunta si voy de
visita…respuesta afirmativa…pues el coche no pasa, hay que ir a pie…considero:
¿1.5 kms ida/vuelta….32º de sofocante sol a las 14 horas ?..¡ Pasando!
Media vuelta y a disfrutar de la hermosa Hoz deBeteta…Aquí
si que te encuentras con la verdadera Naturaleza salvaje. Si la hoz de Priego
era imponente, la de Beteta no le va a la zaga. A la entrada la posibilidad de
visitar en plan espeleo la Cueva de la Ramera…¡ sí, ese es su nombre, vaya Ud.
a saber!...Por 5 € te prestan un casco con frontal, pero la visita es libre y
la visita a la gruta dura 1 h más o menos y vas por tu cuenta, además, no está
iluminada...de todas las maneras no tuve que decidirme a entrar, el simple
acceso a la cueva, ya era bastante disuasorio para mi vertiginoso entendimiento
de las alturas..juzgad por la foto…
De aguas en aguas…..tras un buen yantar en La Toba, me
dirigí a la laguna del mismo nombre. Parece mentira que en pleno agosto esté
tan llena, con tanta vegetación y abundante fauna..patos, grullas y demás…
La inevitable visita al nacimiento del río Cuervo, avivó en
mi recuerdos de juventud…acampada libre en la zona…ciervos que mordisqueaban
los calcetines tendidos…abluciones matinales con agua del río…fogatas para
calentar el café…¡ eran otros tiempos ¡…Ahora, han tendido pasarelas de madera
que hacen la zona accesible a todos, escalones, barandillas, letreros,
señalización….¡ casi como un parque temático!...menos mal que no cobran….
De aguas en aguas….otra preciosa laguna…la de Uña con una
ventaja sobre la de la Toba, el inmenso anfiteatro que la rodea….muy invadida de cañizos que no
sé si acabarán ahogando la lámina de
aguas libres…
De regreso, parada en el Ventano del diablo, impresionante
mirador sobre el tajo del río Júcar antes de adentrarse en zonas más bajas…
La siguiente visita fue a la célebre y archiconocida Ciudad
Encantada…ya la conocía pero no me resistí a volverla a visitar…¡ decepción!...empiezan
cobrándote 3 €..la zona es particular y el recorrido está muy limitado…las
inevitables vistas de rocas…que si el Perro..que si la Foca…que si los
Barcos..total que en media hora lo has recorrido todo…
Como uno es algo perverso
en estas cosas, me dediqué a salirme cuantas veces quise del itinerario marcado
y descubrir nuevos encuadres rocosos que me hicieron alargar la visita casi dos
horas, provocando la preocupación del guarda de la entrada al que había
advertido que iba solo y que si por la noche no había salido, que me buscaran….
En contraste con esta visita tan “comercial”, la siguiente
me restableció la confianza de que la sierra me guardaba lo mejor para el
final…se trataba de acercarse a Las Majadas, uno de los pueblos más altos de la
zona. En sus cercanías está el paraje natural de Los Callejones. Un paisaje
cárstico, semejante al de la Ciudad Encantada pero totalmente salvaje…Empezando
porque no tienes que pagar. Hay un aparcamiento a la entrada y a partir de ahí
puedes ir por tu cuenta…con lo que es muy posible que te pierdas en el
laberíntico conjunto de callejones..de ahí el nombre…o seguir una especie de
itinerario que te va guiando y te saca de nuevo al aparcamiento.
Visto lo
visto, teniendo en cuenta que iba solo y que va contra mis principios de
seguridad, consideré si entraba y lo veía…y disfrutaba..o no entraba y me lo
perdía…Al final opté por entrar…¡ bendita decisión!...una verdadera gozada adentrarse en el lapiaz…bellas
formas rocosas, praderas interpuestas entre ellas…el silencio, roto por la
cercana berrea de los ciervos…tres de ellos se cruzaron en mi camino….estrechos
pasadizos en los que apenas penetraba la luz del sol…
Afortunadamente todo fue bien y llegué incólume al coche…De
lo selvático del lugar, da fe el que unos kms más allá, una bandada de más de
treinta buitres leonados estuvieran zampándose los restos de un ciervo que
algún coche había atropellado…
Breve parada en el pueblo y visita a su pequeña iglesia
medieval..un bonito retablo, un espectacular artesonado y la curiosidad de
un “rollo”, símbolo de la facultad que
tenían para ejercer justicia y hacerla cumplir…
Conversación con el pater… me
explicó el por qué la iglesia seguía conservando sus imágenes medievales…¡ en
la guerra, el pueblo estaba muy alto, muy lejos y mal comunicado….! Y es que
pocas iglesias de la zona se salvaron de
la “quema”.
Esta es la sucinta crónica de unos bellos días pasados en
una zona que a pesar de su cercanía…total está
200 kms de Valencia, ofrece el atractivo de su riqueza natural en estado
puro…¡ Totalmente recomendable ¡…parece un anuncio, pero es la impresión que me
ha quedado…