Permitidme, ¡sí!, permitidme que no os cuente lo que he visto, sino lo "sentido". Y es que este viaje, ha tenido un no sé qué de recorrido de las sensaciones. Ha sido como, ir descorriendo cortinillas que, permitían vislumbrar, desde la cercanía, la Historia, así, con mayúsculas.Las crónica será como ir pasando páginas, todas ellas con abundantes imágenes en los enlaces. Ellas os servirán para "ver" lo que no describo...
Aníbal,¡qué mal lo pasaste!
El día claro, me permitió contemplar la majestuosidad nevada de los Alpes, valles y cumbres,ríos y glaciares...
No pude evitar el pensar, desde la comodidad y rapidez del avión, lo que sufrirían Aníbal y su ejército para atravesar esas montañas y coger por sorpresa a los romanos, tan tranquilos en su campiña.
Brrr, me encogí en mi asiento...¡qué calentito estaba
El recuerdo de la barbarie
Quizás eres joven y no recuerdes, pero allá por los 80, Italia era un país convulsionado por el terrorismo atroz de derechas y de izquierdas. Uno de los atentados más sangrientos,tuvo lugar, allí donde me encontraba, en el andén de la Estación Central de Bolonia.
Han dejado a la vista, la brecha que abrió la bomba que se llevó por delante a más de 80 inocentes.
Sus nombres, en una placa, claman desde el silencio.
La ciudad porticada
Si hay algo que caracteriza a Bolonia, es el uso "abusivo" del pórtico en las calles. No hay avenida, plaza, callejón, etc que no tenga las aceras cubiertas con pórticos. Los hay de todos los estilos: clásicos, modernos, aseados, cutres, luminosos, majestuosos, sencillos, medievales, renacentistas, neoclásicos, ultramodernos...
Es una ciudad en la que los vendedores de paraguas lo tienen crudo. El récord se lo lleva la subida al santuario de Luca que con sus 666 (¡brrrrr, vaya cifra!)se lleva la palma, o mejor dicho el arco.
El ombligo de Bolonia
Era puente y la ciudad aparecía vacía en sus barrios recónditos, pero... daba la impresión de que todos se habían juntado en la plaza de Neptuno. A pesar del frío y de la lluvia, el buen señor, lucía tipito en medio de la fuente. Un nativo me contó que representaba el poder papal, de cuando la ciudad formaba parte de los Estados Pontificios.¿Os imagináis al Papa Benedicto , sintiéndose representado de tal guisa?.
.
Es de ver la cantidad de personal que hay en dicha plaza. Cosmopolitismo a manta. Todo quisqui de shoping navideño. ¿Crisis? ¿Qué crisis?. Eso sí, ecologistas al máximo. Con deciros que tienen en la plaza un abeto iluminado...por las piernas de los ciclistas que ,con unas bicicletas conectadas a las luces, proporcionan energía "sostenible".
Como se enteren en España,me veo dándome luz en casa, a golpe de pedal.
El muro de la vergüenza
Todavía sonriéndome con lo del abeto, me doy la vuelta y la sonrisa se me hiela en el rostro. Y no es por el frío, no. Es que allí a mi espalda, en el mnuro del Palacio Comunale, veo cientos de fotografías. Representan a los partisanos que en la guerra con lo nazis, eran fusilados allí mismo, a la vista de todos, para escarmiento del personal. Contemplo los viejos retratos. Jóvenes y mayores, viejos y niños...no pude evitar un estremecimiento.
Hablamos de 2350 personas las que allí fueron ejecutadas vilmente.
La ciudad de las torres.
Y es que por torres no será.El número de torres durante la Edad Media habría sido aproximadamente de 180. Aunque se estima que realmente existieron entre 90-100 torres y casas-torre.
De ellas, lamentablemente, se han salvado sólo veinte del paso del tiempo. Entre las supervivientes se pueden mencionar:
La torre de Altabella (61 metros de altura).La Torre Prendiparte (60 m).
La Torre Asinelli construida entre 1109 y 1119 por la familia de la que aun conserva el nombre, tiene 98 metros de altura con una inclinación de 2,30 metros.
La Torre Garisenda con una altura de 48 metros y una inclinación de 3,20 metros hacia el NE. Durante el siglo XIV fue rebajada por temor a que se desplomase.Aún hoy, al pasar, lo haces aprisa, impresiona lo inclinada que está, "no sea que hoy se caiga"
Ella fue la primera...Universidad
Y es que en el anno Dominis 1088 ya funcionaba.Foco cultural europeo, estudiantes de todos los paises accedían a sus aulas, se agrupaban en colegios mayores y harían de las suyas ¡ cómo no!.
Me acerqué al Archiginnasio, antigua sede la Uni y hoy donde está la bilioteca.
Miré los nombres que por allí se veían en las placas:Dante, Petrarca,Thomas Beckett, Pico della Mirandola, Erasmo de Rotterdam, Copérnico, Raimundo de Peñafort o Durero,Antonio de Nebrija, Juan Ginés de Sepúlveda, Ignacio de Loyola, Miguel de Cervantes, Leandro Fernández de Moratín o Francisco López de Gomara...y así, cientos y cientos.
¡Viva el orgullo patrio!
Y es que ver delante de ti, un edificio construido sobre finales del 1300 y que lleva el nombre de Colegio De España, da un no sé qué...(que me perdonen los nacionalistas "miniyo", please).
Es el único colegio medieval que subsiste en el mundo¡ olé! y sigue en pleno funcionamiento. En tiempos debían de andar a la greña, porque el susodicho está
amurallado, almenado, defendido por gruesas puertas...y eso sí, el escudo esculpìdo por doquier.
En Bolonia edificasteis
un Colegio de obra extraña
por honor y loor de España
y a ella lo intitulasteis. F. Pérez de Guzmán, Claros varones de España
Degustaciones
Es universalmente conocida la mortadela boloñesa, casi como la salsa del mismo nombre. Mis pasos perdidos me acercaron a una ordenada fila que impertérrita, aguantaba el frío para entrar en le Palazzo del Rei Enzo.
ntrigado me uní al personal y poco a poco fuimos avanzando a...una estupenda degustación de productos cárnicos y cerdosos, bajo las formas más extrañas.
Lo más de lo más, fue contemplar una inmensa mortadela en forma de las célebres torres mencionadas como símbolo de la ciudad. Palillo en mano, circulé, con gesto de entendido entre los diferentes puestos. Ni que decir tiene que la cena de esa noche fue ligera...comí demasiada "mortadella".
Muy, pero que muy piadosos
La religiosidad es algo que se palpa recorriendo las calles de Bolonia.
Toda clase de iglesias, oratorios, conventos, capillas...
La mirada romana
Había visto museos romanos, pero éste, el Arqueológico Bolognese es demasiado.No en balde, por aquí pasaba la Via Emilia y donde se excave, aparecen restos.
Me encantó la sección Lapidaria y sobre todo ver miliarios de casi tres metros de altura. Nunca los había visto tan altos.La sección de cerámica griega:¡impresionante!.
Murallas...¡Haberlas haylas!
Cosas de la modernidad. El ensanche de la urbe, supuso de la desaparición de las murallas. Menos mal que
tuvieron el detalle de dejar algunas puertas...(me suena eso ...¿Valencia?..Pude contemplar alguna como la de Via Galliera, cercana a mi albergo.
Bueno, ya está bien de hablar de Bolonia, porque también tuve la suerte de visitar Ferrara, otra ciudad preciosa. Ferrara me impactaba por la historia "literaria" del Jardín de los Finzi Contini. Pero vayamos por partes.
A golpe de pedal
Nada más bajar del tren que me trajo de Bolonia, pude comprobar que aquello de "vaya usted en bici", en Ferrara se cumple al pié de la letra. Todo el mundo pedalea, haga el tiempo que haga, se tenga la edad que se tenga...
Muy furioso
El primer rastreo fue en busca de la casa natal de Ludovico Ariosto, el autor de Orlando furioso, obra de casi 40.000 versos....laaaaaaaarga, de la que el mismo D.Quijote nos dice:
Diré de Orlando en este mismo trino
cosa no dicha nunca en prosa o rima,
pues loco y en furor de amor devino
hombre que antes gozó por sabio estima
Pero...mi gozo en un pozo. Por ser lunes, la casa-museo estaba cerrada a cal y canto. Ahora fue cuando el que se puso furioso fui yo.Estar allí y no poder entrar brrrrrrrrrrrrrrrrr¡¡¡rabia!!!!
Cierra la muralla
Aproximadamente nueve kilómetros de perímetro tien las murallas que rodean la ciudad. No son muy altas, pero están hechas con inteligencia: torres, baluartes, fosos,puertas fortificadas, troneras...todo un ingenio militar defensivo.
A diferencia de Bolonia, aquí se mantienen casi todas, aunque eso sí, se han reconvertido en agradables paseos que son recorridas por il ferraresi ¿cómo?, pues es bicicleta, claro que sí.
El Jardín de los Finzi Contini
Como os he dicho antes, a mi, Ferrara me evocaba esa magnífica novela que narra los avatares de una familia judía en la época nazi.Se desarrolla en el conjunto renacentista del Añadido Ercúleo ( así, sin h) que es la zona entre el palacio del Diamante, la Certosa y el cementerio Hebráico. En esa calle, el Coso Ercole I, el autor, sitúa el escondido jardín. Lo busqué en vano. Parecía que lo entreveía, pero de repente desaparecía. La calle empedrada, los palacios, que van siendo sustituidos por mansiones y después por casas más sencillas...el cementerio de los judios, al que me acerqué para comprobar que por allí tampoco estaban los espíritus que buscaba.Cerrado a cal y canto, pero una amable guardesa me franqueó la entrada, eso sí, habiéndome puesto antes la "kipa", ese gorrito en la coronilla, como símbolo de respeto. El recorrido, silencioso y solitario me impactó. Quedaban pocos panteones de las 4000 tumbas que llegó a tener. Los alemanes establecieron allí un campamento, encima de las tumbas...¡ muy respetuosos ellos!.
El gueto
Extrañamente, los intensos bombardeos de finales del 45, respetaron el conjunto de callejas que conforman el gueto de los judíos ferrarenses. Un gustazo el pasear por ellas.
Calles estrechas, vida de puertas para adentro, nombres evocadores, pequeños comercios y la sinagoga. Apenas una puerta al exterior , aunque eso sí,las placas con los nombres de los infelices que fueron llevados a los campos de exterminio para acabar siendo cenizas al cielo.Impacta ver la repetición de apellidos: familias enteras, niños y mayores, hombres y mujeres...
Recorridos medievales
El conjunto monumental de la ciudad es variopinto.Junto al barrio renacentista, se encuentra un dédalo de callejas con arcos, saledizos, rutas sin salida, puertas misteriosas. Me adentré en ellas, no sin cierta prevención. Llovía,no había nadie.
Resonaban pisadas extrañas que me hacían volver la cabeza...¡ mi maginación!. Y es que el barrio incitaba al recuerdo, al paso sigiloso de figuras embozadas en capotes que se dirigían Dios sabe dónde.
Conseguí salir del laberinto y me encontré en la plaza de la catedral. Enfrente, cómo no, el Palazzio Municipal y las casa de los gremios y un poco más allá............................
El Castelo Estense
Los señores naturales de la ciudad fueron los Este, célebre familia. poderosa y rivales de los Médicis y los Sforça. No debían de ser muy apreciados, cuando se hicieron construir
un poderoso castillo con fosos, puentes levadizos, altas torres y almenas que dominaban y amenazaban la ciudad.Cuenta la historia que desde allí dirigían sus dominios y que sólo en el Renacimiento se atrevieron a construirse palacios como los del Añadido Ercúleo. Al final, al no tener herederos varones, el Papa de Roma, se quedó con el ducado...¡¡¡aprovechón que era el hombre!!! y pasó a formar parte de los Estados Pontificios.
Cansado, exhausto, emprendí el regreso a Bolonia, llevando en mis ojos y en mi mente, todas las maravillas que había podido contemplar durante estos tres días.
Quisiera terminar con unos versos de Bassani que reflejan los sentimientos que ha despertado en mi ánimo esta hermosa ciudad.
Dalle torri di Ferrara
vola ormai la dolce luce
ma a una grata nera avara
chi ti volge, chi ti induce
o carezza della será?
De las torres de Ferrara
vuela ya la dulce luz
más en una reja, negra av ara,
¿quién te envuelve? ¿quién te induce?
o caricia de la noche.