El jolgorio del personal fue patente, tal como queda demostrado en las fotos.
Una y otra vez ¡ al agua !. Menos mal que los avisados llevábamos chanclas y similares.
La fuente de la Rinconá, nos sirvió de nuevo como refresquito, amenizado con la charla con montón de jubilatas que hicieron de dicha fuente su final de etapa ( desde el balneario, más o menos 800 m).
Siguiendo el antiguo canal nos aproximamos al Corindón, zona prvista para un relajado almuerzo...pero un ataque masivo - y selectivo- de mosquitos, nos hizo abreviar la cosa, amén de poner en marcha el protocolo de sanidad, repartiendo amoniaco a diestro y siniestro(o sea, en brazos derechos e izquierdos).
Un exceso de señales, confundió al que suscribe y nos regalamos un buen trayecto por carretera, antes de tomar el buen camino, otra vez hacia el río. Una inesperada lesión , hizo que un par de senderistas, se dirigieran hacia la meta, atajando por el pueblo, mientra los demás seguimos el río, en dirección al Charco Azul.
El previsto baño, hizo acelerar los pasos del personal, pero una vez allí, "arrugue" general y tan sólo un servidor, se atrevió a entra en las gélidas aguas.
Brrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrr ¡ qué gusto !. Se pondrá prueba gráfica en breve, prometo.

Lo prometido es deuda
Nuevo desglose del personal( las alturas me pueden, ya se sabe ) y posterior reagrupamiento ante unas fresquísimas cervezas en la plaza.
Allí, nos volvimos a encontrar a la pareja, que aburriditos ellos, estuvieron disfrutando ante sucesivas cervezas ( la cantidad permanece en el más absoluto secreto). Paseito hasta los coches y ¡ hasta la próxima !
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