El rio Carbo: todo,todo,todo |
¡¡¡Pena, penita pena, llegó el final de temporada. Aunque este año, la tengamos repartida en dos sesiones, no deja de apenar el despedir a los compis hasta septiembre.¡Cuántos momentos vividos juntos!, ¡cuántos calores y fríos soportados un@s junto a otr@s ( ojo, pero no muy apretad@s, eh!). En fín, que todo llega y tocó hacer la “penúltima”. Dadas las caloríficas previsiones, me decidí por ir al nacimiento del Carbo.¡ Sabia decisión! …agua abundante, ruta planita y final de fiesta en el nacimiento. Para empezar, almorzamos nada más dar comienzo al paseo ¿ ? Pues porque enseguida llegamos a la masía de Roncal, una casa rural en la que pudimos degustar nuestras viandas, sentados a la sombra de una higuera, en compañía de unos perros encantadores, con cervecitas servidas en jarras heladas y para colmo, café en tacitas de porcelana y jarrita de leche a juego.
De todo ello hay pruebas gráficas las cuales se adjuntan en el álbum. Reconfortados y ligeramente alegrados, seguimos marcha y sin gran esfuerzo llegamos a la cascada del nacimiento. Allí fue … ¡¡¡ Troya!!!. De repente, aparecen dos ninfas, ya con su traje de baño listas ( por cierto..¿dónde se cambiaron? Y …¡ al agua!!!. Brrrrrrrr, Frrrrrrr, Grrrrrrr…el agua helada, pero ellas a lo suyo.
Se ve que cundió el ejemplo y de pronto….zummm ¡ hombre al agua! ( la gracia es que este no se cambió…dejo a la imaginación del lector el atavío natatorio del sujeto). Chas, chas, chas, dos nuevas ninfas también al agua…Hay que decir que ellas sí que iban modositas, no se quitaron nada…Y aquello se convirtió en la fiesta de las camisetas ¡ mojadas!.
El público, no se perdía detalle y aplaudía a rabiar las mejores jugadas. Por fin, refrescados tod@s, emprendimos el regreso y comenzó la segunda parte de la película…”Nudismo en el Carbo”. Dábamos una vuelta al sendero y ¡ zas! Un nudista que asistía impávido a nuestro paso. Otro recodo en el río y ¡ ñas! cuatro … y ocho… al aire. Visto lo visto , optamos por desistir del bañito previsto y continuamos ruta hacia el condumio.
Habíamos reservado comida en el Bar La Parra y la verdad es que disfrutamos de lo lindo: potaje, ensaladas, carne de orza, tortillas de patata, bebida abundante ( los que no teníamos que conducir) y de postre: helados, infusiones chupitos y “cremaets”…¡¡¡¡Un festín!!! Y todo ello por 10 € por barba. Recomendamos el local, tanto por la calidad de la comida como por la estupenda atención de su dueña. Muy contentos, nos volvimos a Valencia, dando por cerrada (para algun@s la temporada). ¡¡¡¡¡¡Que paséis un buen verano y hasta septiembre!!!!!
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