El baile de la sabina

¡ Buena película "El baile de la Victoria" de Trueba, pero nuestro "baile" fue muy distinto. Y es que cuando algun@ vieron que íbamos al Baile, se montaron su propia película: ¿ baile?, ¿chic@s?, ¿vino de marca en bota?...¡¡¡ esto es un guateque!!!.
Para los más jóvenes...dícese de guateque:Fiesta con comida y baile que se da en una casa. Bueno, en realidad la montaña es como nuestra casa...así que... ¡ inocentes!. El Baile es un precioso y altivo monte( 1500m de altitud) que teníamos previsto subir en una hermosa mañana de primavera. Y como el camino estaba poblado de sabinas...pues... "El baile de la sabina".
El día despejado, la montaña húmeda y emitiendo olores a plantas silvestres, el camino sin pérdida...vamos, que teníamos todos los ingredientes para pasar una estupenda mañana montañera, como así fue.

Nos ahorramos un trecho aparcando junto a la ermita de San Roque, donde pudimos admirar las estructuras de madera del porche, así como el verdor incipiente de los trigales...¡¡uiiiii, ya va la poesía!!
Brisa peinando trigales maduros,
trigales anidando aves blancas,
trabajo de hombres al sol
esperanzas de frutos para el invierno
,....( encontrado por ahí)



Ya dispuestos, enfilamos la laaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaarga subida ( casi dos horas to p'arriba), pasando por el barranco de Maricas ( ssssss, sin ánimo de ofender), el desvío a la Majada del Puerco (sssss lo mismo digo) y la cumbre del Baile. Antes, almorzamos con hermosas vistas y luego, siguiendo fitas llegamos a la cumbre. Allí, entre fervorosos aplausos del respetable, se descubrió una llamativa estatua de nuestro querido amigo Paco B. en la que enhiesta la figura, grave el semblante, contempla el infinito montañero ...grafiteros futuros: respetad tan querido monumento. De todo ello, se adjuntan pruebas gráficas.

El descenso, por el Contador de ganados, nos sirvió para comprobar que no faltaba ningun@ de los componentes...lo de ganado es pura casualidad, que conste.

Una fina lluvia, apenas insinuada, perlaba de minúsculas gotas nuestros rostros...¡¡ya está otra vez aquí el componente poético..

La lluvia tiene un vago secreto de ternura,
algo de soñolencia resignada y amable,
una música humilde se despierta con ella
que hace vibrar el alma dormida del paisaje( palabras de Lorca, el gran Federico).
Sin más ni más, llegamos a los coches y tras los consabidos besos, abrazos, parabienes, congratulaciones, enhorabuenas, felicitaciones plácemes...nos despedimos unos hasta Ruidera y otros hasta dentro de dos semanas...¿soportaremos la separación?.