Hacía ya 6 años que había hecho esta ruta...en el interín, dos grandes incendios asolaron la zona de Chulilla y pueblos cercanos...
Cabía la posibilidad de que la ruta de hoy fuera un paseo por el desierto calcinado..
Afortunadamente, no ha sido así...el Turia sirvió de barrera contra el fuego y el recorrido por el río Sot, ha sido tal como lo recordaba...¡ una delicia con agua!...
¿ Agua?...¿en pleno verano y con lo poco que ha llovido?...
¡ Pues sí !... agua y en abundancia tal como comprobareis por las fotos...
Todo empezó sobre las 8, abriendo las calles de Sot de Chera..no se veía un alma por el pueblo..
La primera parada, era para visitar el famoso anticliinal de Sot...
Se trata de un extraño fenómeno geológico que hace que en todo el mundo de la Geología, el pueblo sea tan conocido que incluso, llegan excursiones con gente interesada en el fenómeno.. como pudimos observar a la vuelta...montón de estudiantes españoles y extranjeros...
Comprobado que el anticlinal seguía tan doblado como siempre, nos dirigimos a nuestra primera etapa acuática...la fuente de Santa María...allí, la fresca sombra, las mesas y la fuente despertaron en el personal las ganas de almorzar..¡ no era la hora y apenas habíamos hecho un km!..así que nada de almuerzo todavía..
Seguimos camino...una larga pista, apenas sombreada en las orillas...lo que nos hacía presagiar una penosa vuelta cuesta arriba, a pleno sol...¡ afortunadamente no fue así, como veréis!...
Al cabo de un rato, ya tuvimos que empezar a vadear río ... que con bastante agua...se empeñaba una y otra vez, en atravesarse en nuestro camino..
Algunos vados los pasamos por las piedras pero otros, tuvimos que tirar pie al agua ...al menos el que suscribe... y pasar así la mar de tranquilos...
No obstante, la caballerosidad que nos caracteriza hizo que en los vados más complicados, ofreciéramos nuestro amigable brazo a los compis...sin distinción de sexo, tal como podéis comprobar...
Antes, sin embargo, haciendo caso a las voces que se elevaban pidiendo pan..bueno...almuerzo.. buscamos lugar a la sombra y allí.. comimos .perfectamente alineados...no cambieis la e de sitio, porfa.
El camino daba para conversaciones tranquilas...observando los impresionantes estratos de la sierra, sus curvaturas imposibles ...
Hubo quien se preguntaba cómo había llegado a ser así...la aclaración de que por donde caminábamos fue el fondo del mar, levantó voces de incredulidad...hasta que nuestro amigo Pepe, encontró una preciosa huella de amonites...concha marina...incrustada en la roca...
La hora se hacía tardía, así que decidimos perdonar la bajada a la Hoya de Cherales y ante el aspecto del cielo....amenazaba lluvia...volvimos sobre nuestros pasos para acceder al pueblo por una senda que nos condujo al lugar de baño del Gruñidor...¿ porque gruñe el agua?..¡ Qui lo sa!.
También perdonamos las consabidas birras pues el personal tenía prisa así que cada mochuelo a su olivo...
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