Enigmático titulo el de la entrada...Tiene su explicación...
Hace muchos años, el que suscribe hizo por primera vez esta ruta en solitario..hoy, basta mirar las fotos, éramos más de 1..¡ casi legión!.Cierto.cada salida somos más¡ el virus senderista se extiende !
¿ Y lo de 1.000.000?...Fueron las piedras que tuvimos que sortear...escalar...rodear..a lo largo del barranco de la Casella...
Se recomienda acompañar la lectura siguiente con la música ambiental de las 500 millas...que son casi las que anduvimos...
Y es que lo que se dice cansino, el trayecto por el barranco lo fue en demasía..Piedras pequeñas, medianas, grandes, enormes..todo ello nos obligaba a un paso lento, no quitando ojo de los pies..por los tropezones...
Hubo quien...repitiendo pasados resbalones, se empeñaba en dar de culata en el duro suelo...
Otros, íbamos tan pendientes de dónde poníamos los pies que nos dábamos tortazos sin fin en las ramas bajas que nos encontrábamos..
El almuerzo fue al poco de haber empezado..la razón es que el inicio de andadura fueron las 9.15..
Apiñaditos en una hondonada, dimos cuenta de las viandas, pero sin excesivo relajo..
Laudas...
Debemos otorgar y otorgamos lauda chocolateeril y lauda rosegonera, a aquellos compis que se han dedicado a ofrecer ambos delicados presentes al personal...¡ Para constancia de futuras generaciones!
Porque las piedras no se habían acabado ni mucho menos...el barranco seguía serperteando y poniéndonos delante más y más pedruscos..
Los más avispados, no desperdiciaban ocasión de descansar en las bancadas de piedra lisa que de cuando en cuando aparecían..
Por fín, llegamos a la Font del Barber, en la que no hay ni fuente ni barbero, pero sí unos agradables bancos en el que descansamos comprobando que en el mundo existe la zona plana, fina, enarenada y ¡ sin piedras!..
La vuelta la hicimos por pista y ahora sí que pudimos disfrutar del hermoso paisaje del valle de La Casella, con sus riscos, sus barranqueras y más aún, la lejana vista de los montes de la Safor..
Todo el mundo iba ilusionado con la visita a la reserva de ICONA con sus ciervos y gacelas...
IN MEMORIAM
Lamentamos la desaparición del grupo de ciervos que hermoseaban la ruta por La Casella..
Extrañaremos su prestancia y donaire...la prontitud con la que acudían al reclamo del alimento ofrecido....¿Qué fue de vuestro alegre trote entre los palmitos?
¿Dónde quedó el mirar con esos ojos tiernos?...
Como podéis imaginar, el despago de la gente fue duro..pero adjuntamos la foto..obtenida en otra ocasión..para demostrar que ¡ sí que había ciervos!
Llegados al restaurante, seguimos el olorcillo de la comida y dimos buena cuenta de la estupenda paella que habíamos encargado..
Una bella mañana por uno de esos bellos valles valencianos que están ahí esperando ser recorridos...
P:D.- En el restaurante me indicaron que los ciervos siguen estando en la reserva..lo que pasa es que el fuerte viento de poniente les molesta mucho y se esconden debajo de los palmitos...
Bueno, como ya había puesto el IN MEMORIAM, ahí queda..
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