Hoy se trataba de recorrer un tramo del GR-7, inmenso sendero de largo recorrido...
Recorre montón de paises...Lo lógico es que
a.- Estuviera excelentemente señalizado
b.-Estuviera debidamente mantenido..
Las risas deberán haberse escuchado en la muralla china..jajajajajajaja
Iniciamos la ruta en el restaurado acueducto de Bejís..
La idea era remontar...por sendero...el río Canales que nos mostraba su precioso valle en toda su extensión....
¡ Aaaah, vana ilusión !..
Al pronto el "famoso " sendero se tornó..por obra y gracia de las aliagas en un sin sentido...sin marcas..sin orientación definida...
¡ Y pinchaban...pinchaban...pinchaban...
Las dificultades iban en aumento, hasta el punto de que el dichoso "sendero"...mejor "monte a través"...se cobró su víctima en el traspiés de una compañera que cayó de rodillas y éstas quedaron como se puede observar en la foto..
La gracia era que...a pocos metros de nuestro calvario, iba una ancha pista que parecía que nos dijera..." no soy el GR-7 pero soy mejor y más cómodo..."
Al final, dimos de bruces con la dichosa pista pero para ello, tuvimos que sufrir lo nuestro para poder bajar...obsérvese pasmo cuidadoso del que suscribe...
Debemos otorgar y otorgamos, lauda pinchosa con distintivo verde a nuestro compañero Carlos, quien en un arriesgado ejercicio de búsqueda, nos orientó en el tramo final del sendero,
permitiéndonos enlazar incólumes...excepto nuestra genuflexa compi herida..
A partir de aquí, ya todo fue mucho mejor...almuerzo relajado y decisión de seguir por la pista que...¡ oh milagro !...se había reconvertido en el famoso sendero..
El hecho de que estuviera despejado, no ahorró subida continuada que nos iba deparando bellos paisajes...
Por fín, llegamos al collado desde el que pudimos disfrutar del valle de las Arteas..
La idea era bajar pero como teníamos comida reservada en el pueblo, tuvimos que volver sobre nuestros pasos y llegarnos al pueblo..
Una vez allí, pudimos disfrutar de una excelente comida...muy aplaudida por el Sr. Colesterol..
Y tuvimos una una sorpresa final...la celebración del cumple de nuestra amiga Maru que fue obsequiada por su marido con una estupenda tarta de la que dimos buena cuenta...acompañada de fresquito cava...
P.D.- La visita a las Arteas la dejamos para otra ocasión...
Bien está lo que bien acaba. Se cumplieron los objetivos...y seguiremos repitiendo...salud y buen humor.
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