Ha ce unos meses, ya hicimos una aproximación a esta magnífica ruta...
Que conste que además de comer, también anduvimos...
Hacía un frío que pelaba...
Se trataba de la primerísima ruta del 2017....apenas 9 horas después de las campanadas de medianoche..
Los caminos, pistas y sendas, verdaderos barrizales...
Pero..¿ qué era el frío, el barro, o la mañana de Año Nuevo, para amedrentar a unos audaces senderistas?..
Así pues, nos pusimos en marcha e inteligentemente...no como la vez anterior...hicimos la aproximación al barranco con el coche...
Nada más llegar, ya pudimos comprobar lo que las tremendas lluvias de días pasados, significaron...
Debieron ser verdaderas riadas, como demostraba la vegetación totalmente aplastada a unas alturas del cauce impresionantes...
Empezamos pues la marcha...¡ con un grado sobre cero!...bien abrigaditos seguimos ruta...
Como podéis comprobar, la montaña seguía soltando agua en los pasos que tuvimos que atravesar..
Poco a poco, el sol se iba imponiendo y levantaba la niebla matutina...
La pista se convirtió en una resbaladiza y fangosa senda que nos fue dificultando el paso...
Arboles caídos...senda hundida...nada nos hacía retroceder..aunque el que suscribe ya iba meditándolo..
Las vistas extraordinarias, encerraban enfangadas trampas..praderas cubierta de verdes cultivos, se convertían en farragosos barrizales...
Llegados a este punto, decidí que ya era bastante fango para el día y me quedé a la espera de los audaces que siguieron ruta..
Un buen rato de espera hasta que regresaron, contando las excelencias de la ruta, del río, de los piedrolos...
Quizás en otra ocasión, con el terreno más seco, podamos llegar hasta allí..
Una vez en la pista, el regreso se nos volvió muy cómodo..
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.