En esta ocasión, pensé que una estancia de fin de semana en lo que llamo Teruel Profundo era la mejor manera de dar por finalizada "oficialmente" la temporada..
Tranquilos..todavía quedan tres salidas de este mes de junio...
Ya hace meses que teníamos reservada por entero la Posada de Pitarque...un sencillo pero acogedor hotel rural, en el que la buena relación calidad / precio, era acompañada de una estupenda atención por parte de su gerente Paquita..
Os adjunto el enlace por si alguno quiere ir y disfrutar
Ni que decir tiene que la posada se nos quedó pequeña y hubo incluso lista de espera que no se pudo adjudicar...
Tengo que decir que a pesar de estar programada para el mes de junio, las previsiones meteorológicas, no eran malas...eran pésimas..lluvias fuertes tormentas eléctricas..granizo..
PERO...
¿ Desde cuándo nos han echado para atrás...?
El mal tiempo..
Los fuertes vientos..
Las nieblas espesas..
La posibilidad de mojarnos..
La respuesta es...¡ NUNCA !
Y no iba a ser ésta la primera vez...
Como podréis ver por la presente crónica, la verdad es que aunque se cumplieron los pronósticos, tuvimos la suerte de cara y solo nos sorprendió una tormenta de regreso del nacimiento del Pitarque y debidamente pertrechados de chubasqueros y demás...nos mojamos solo lo imprescindible..
Y pudimos cumplir con el programa previsto y disfrutar de todo lo planeado..¡ Olé !...
El primer aviso de lo que se nos prometía, lo pudimos disfrutar en la parada técnica del almuerzo que hicimos en Aliaga..
De repente, de un cielo azul y un sol esplendoroso, pasamos al Diluvio Universal..
Pero como podéis comprobar, la vimos caer, cómodamente sentados a cubierto y degustando el excelente embutido de la zona.. Lluvias a nosotros !..
Cuando vimos alejarse la tormenta, reemprendimos el camino, sin saber lo que nos esperaba..
¿ Más lluvia?...¿ Más truenos...?...
Pues no, pero sí una carretera que nos llevaba a Pitarque..Ruta que no constaba ni siquiera en los mapas consultados ni en los GPS..
Un desnivel del 10%...curvas muy cerradas y la sensación al mirar abajo de que íbamos a volar..
Menos mal que los quitamiedos, suavizaron el canguelo...
Que conste que lo de el Teruel Profundo, no es por estar en el fondo de un agujero entre montañas, sino por la majestuosidad del paisaje. y .lo bravío de sus montes...
Ya desde el principio, Pitarque te deja asombrado..
Casas completamente adaptadas al entorno...sin disonancias arquitectónicas..
"Antigüedades" constructivas propias de épocas históricas, con la utilización de materiales autóctonos..adobe..madera..
Callejones...
Antiguos lavaderos..excelente refugio para las tormentas...
Como no..la iglesia...
Después de recorrer el pueblo y hacer patente nuestra presencia..casi multitud.. nos dijeron que el pueblo tiene una población estable de 40, 60 vecinos.. nos fuimos a comer...
Allí teníamos preparada mesa y mantel y fuimos obsequiados por comida propia del terreno..
Que si garbanzos con callos...que si embutido de orza..
¡ Y viva el colesterol !
Nada más terminar de comer, se nos planteó la alternativa..
Una mirada al cielo, nos bastó para ver que se preveia tormenta..
Una mirada a las previsiones indicaba que al día siguiente sería peor..
Que si vamos al nacimiento...que si no vamos..que si si...que si no..
Al final tomamos la decisión de echarnos el impermeable a la cabeza..la manta daría calor...y emprendimos los 10 kms que en ida y vuelta nos tomaría la excursión..
El cielo se mostró clemente y luciendo a base de bien, nos permitió anda que andarás, hacer fotos, disfrutar de las vistas e incluso pensar que no pasaría la cosa a mayores..
La mitad de la ruta era la ermita que agazapada entre un denso bosque nos ofrecería un buen refugio en caso de tormenta y si estábamos por los alrededores..
Entre los cortados de la zona, abundaban los buitres que rondaban en lo alto esperando a ver si caía algo...o alguien...
La pista se nos convirtió en senda y empezamos a disfrutar del armonioso susurro del agua..
Susurro que se iba convirtiendo en rugido cuando nos fuimos acercando a las cascadas que iban saliendo a nuestro paso..
Tengo que decir que el paso estaba mucho mejor que cuando fui por allí hace unos años...
Han puesto barandillas de madera y cables en los sitios comprometidos..¡ Gracias por lo que a mi respecta !...
Por fín llegamos al nacimiento y allí fue la sesión de Vogue en función contínua..
Fotos...fotos...y más fotos..
Mientras unos disfrutaban de agradables pediluvios...
O tentaban a la suerte en una especie de vía ferrata....¡ y descalzas !
Otros...fieles a nuestra obligación de guía responsable...,apartábamos obstáculos del camino,,
El tiempo y los truenos se nos echaban encima y decidimos regresar..
Pero...algunos se habían adentrado en el cañón con afán de aventura y no oyeron...o no sé qué..el silbato de agrupamiento y el personal se dividió en dos grupos..
Hay que hacer constar que aunque teníamos previsto parar en la ermita a esperarlos, no hubo ocasión, pues nos alcanzaron a la carrera y lo de parar en la ermita para ellos no fue una opción..
Galopa que galopa, allá se fueron mientras caía sobre todos un tremendo aguacero..
Al final todos llegamos a casa y pudimos cambiarnos y tener una agradable tertulia que se prolongó hasta casi la medianoche..
Al día siguiente, el tiempo todavía se manifestó peor..
Nubes bajas ocultaban el paisaje a nuestro alrededor, pero teníamos que cumplir con el programa y decidimos llevarlo adelante.
Teníamos que desplazarnos en coche a Montoro de Mezquita para disfrutar de una ruta ligerita hasta el ermita de San Pedro de la Roqueta...
En el trayecto pudimos disfrutar de los Organos...formaciones rocosas de incuestionable belleza y bravura..
Montoro de Mezquita es una pequeña aldea, casi deshabitada...bueno había tres abueletas y un cura en la iglesia haciendo la misa dominical..
El recorrido urbano fue muy corto..
La plaza...
La iglesia..
El Mirador...
Entre que si llueve, que si no llueve, decidimos emprender la ruta de la ermita de San Pedro..
Apenas recorridos unos cientos de metros, dos potentes truenos nos hicieron volver sobre nuestros pasos, buscando refugio en la aldea..
La verdad es que esos truenos fueron los únicos, pero ya habíamos cambiado de opinión y emprendimos el antiguo camino que une Montoro con Pitarque..
Acompañados de una suave pero continua lluvia, nos montamos un subidón de pronóstico por la dichosa pista hasta que hartos de subir, optamos por la bajada que es mucho más cómoda..
Para compensar el esfuerzo, ofrecí...que no pagué.. un vermutito en el Hostal La Trucha..
Se trata de una antigua fábrica de papel reconvertida en un albergue rural muy aparente y lucidor..
Unas cervecitas y unas papas, significaron el final de unas rutas pasadas por agua, pero no en demasía...
Pudimos hacer todo lo que nos habíamos propuesto..
E incluso el regreso por el terrible puerto de montaña de la ida, no daba nada de susto al hacerlo hacia arriba..
Visto y no visto ya estábamos en Aliaga y de allí a a casa, estupenda carretera..
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.