¡Soledad, soledad de los pastores,
redonda soledad de las cañadas,
soledad una y sola, soledades
del páramo a la sierra y a la nada!
Esta poesía leída en algún libro hace mucho tiempo, me vino a la mente cuando empezamos la ruta. Y es que hoy, teníamos por delante un recorrido de pastores.
Un tramo del Gr.37 que se ha marcado por antiguas cañadas y veredas de trashumancia. El día empezó ¡ por fín! radiante de sol. Ya está bien de tanta agua. El aire transparente, la vista magnífica y la mañana era nuestra, listos para caminar.
Paso a paso, van andando
por caminos y rastrojos,
y el fiel perro ayudando
al pastor en su trabajo.
Con su manta y su cachaba,
en la sierra o en la montaña,
sus animales cuidan
del peligro de la alimaña
El pasado surge a nuestro paso en las ruinas solitarias de La Hortichuela. La senda nos condujo hacia la fuente del Cabezo, estupendo lugar donde almorzamos. Tras coronar el collado de la Pastora, ya divisamos el valle de La Yesa, verde, florido, amable... No nos perdimos nada: las ermitas de San Juan y San Roque, la Tejería, el antiguo lavadero.
La primavera salía a nuestro paso en todo su esplendor sobre todo con las flores...De nuevo la poesía venía a mi mente:
La Primavera besaba
La primavera besaba
suavemente la arboleda,
y el verde nuevo brotaba
como una verde humareda.
Las nubes iban pasando
sobre el campo juvenil...
Yo vi en las hojas temblando
las frescas lluvias de abril.
Bajo ese almendro florido,
todo cargado de flor
-recorde-, yo he maldecido
mi juventud sin amor.
Hoy, en mitad de la vida,
me he parado a meditar...
!Juventud nunca vivida
quién te volviera a soñar!
Antonio Machado
Hicimos una visita de cortesía a un amigo en La Yesa y aprisa, aprisa, nos volvimos hacia la Hoz de Alpuente, cuya visita dejamos , por amor al tiempo para otra ocasión.
Paco
ResponderEliminarPor error le has puesto a la excursión de fin de temporada la fecha del 15 de marzo y no os sale como ultima excursión en el blog.
Saludos
Un seguidor asiduo.