Barranco va, barranco viene

Beselga:haz clic para ver las fotos

La propuesta era remontar el barranco Linares hasta Barraix. El asunto empezó mal. Nada más poner pié en tierra, cuatro, ¡ si cuatro! sonoros disparos de escopeta, nos hicieron bajar la cabeza.UUUUUUUUUUUUUUUUUUUUufffffffffffff¡!. De inmediato contraatacamos y a golpe de silbato marino, conseguimos ahuyentar a ¿los cazadores?, más bien creo que eran depredadores de personas, pues tiraban- en palabras de una de las asistentes- " al bulto".Pasado el susto, vino el disgusto. No he visto en toda mi vida montañera- y es muy larga- un principio de sendero más decepcionante. A saber.
Ausencia de señalética lo que nos hizo ir de Herodes a Pilatos hasta que dimos con la cantera, lugar que recordaba de rutas anteriores. Pero...la cantera se había convertido en un vertedero de residuos inertes que daba pena: guarrongo, grasiento, descuidado, cochambroso, cochino, mugriento, inmundo, puerco, desaseado, guarro, asqueroso, churretoso, indecente, contaminado, hediondo, pringoso... bueno, no merece la pena dedicarle más "descalificativos". Afortunadamente la Natura siempre se impone, y a los pocos metros, ya estábamos disfrutando de la frondosidad de la vegetación, que nos acompañaría todo el camino. Había momentos en los que parecía que estuviéramos en la jungla del manglar. ¡ Una preciosidad!. De nuevo la guarrondez, esta vez humana, se manifestó en la otrora emblemática Font de Barraix. Plásticos, garrafas por el suelo, contenedores desbordados de basura y ¡ el personal!. Docenas y docenas de garrafas llenándose de un agua que ha mucho, nos servía de alivio cuando recalábamos en el paraje. Ahora, a saber lo que tendrá. La vuelta, por la empinada ladera del barranco de la Carrasca, puso a prueba a mis meniscos hasta Beselga, donde nos ahorramos la visita al castillo. ¿ castillo?, bueno, una pared y media. Encuesta de urgencia entre los participantes. Bien muy bien los barrancos, mal, muy mal principio y fuente...¡ Qué se le va a hacer!. La "civilización " trae estos cambios. Prefiero recordarlo todo como era antaño:
Calmó su sed ,
mitigó sus nostalgias .
Como en sueños , la mano acercó
una y otra vez ,
a su boca sedienta de patria ,
el líquido cristalino y transparente
que lo llevaba a la infancia .
Era el agua milagrosa
de su tierra , por tanto tiempo lejana ,
que volvía a bautizarlo ,
y llenaba su alma
desgastada por la distancia ,
de vivencias entrañables ,
de reconocidas fragancias ( encontrado por ahí)