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Y es que aunque la ruta era la dels Aljubs, acabó convirtiéndose en la ruta dels “chup, chup, chups”.
Ya veréis por qué
La verdad es que me había planteado esta ruta como una de trámite, sin nada especial. Pero, ¡ oh sorpresa! ( que no monja encarcelada), nos hemos encontrado con una bellísima ruta, con preciosas sendas, hermosos paisajes, una buena señalización y no muy pesada. Repito, ¡ oh sorpresa!.
Pronto, estábamos dando lugar al trasvase. Gentileza de nuestro amigo Luis, el grupo tiene ahora “bota in property”. Una hermosa bota riojana que irá pasando de mano en mano cada sábado con el compromiso de traerla llena a cada ruta. Debidamente pertrechados, iniciamos camino. Avisando, el principio de la ruta no está señalizado, hay que pasar un túnel y seguir debidamente las indicaciones que se ofrecen. Poco a poco, fuimos alcanzando altura. La mañana fresca, pero clara, nos empezó a deparar bellas vistas del Camp de Morvedre. El primer aljibe, las fotos.
El segundo aljibe, más fotos, el tercer aljibe, almuerzo. Y aquí fue donde empezó el “chup, chup”. Que si traguito de vino, que si otro traguito, que si postres y de nuevo ¡ oh sorpresa!, el moscatel fridante y espumoso, aportado por nuestro amigo
José, a partir de ahora, más amigo todavía.
Hubo segunda ronda y como es lógico, al emprender la marcha de nuevo, quien más quien menos sonreía beatíficamente. La montaña se encargó de reconducir el tema y al cabo de un rato, volvió la seriedad al grupo. Algun@s se escandalizaban de las nuevas costumbres pero…¿qué le vamos a hacer, si tenemos que patrocinar nuevos productos.¡ Habrá que probarlos, claro!. Sigue que te sigue, llegamos al último aljibe, extraordinario mirador sobre el llano. Sin embargo, la ruta todavía nos deparaba otra sorpresa, un excelente camino por el fondo del barranco del Arquet que nos condujo casi hasta la Font de Quart,
célebre nacimiento de aguas, ya citado por Cavanilles, donde descansamos antes de dar fin a la ruta. La sección de shopping, se convirtió hoy en la aplicación radical del refrán: “Fruta que da al camino….¡ pal peregrino ¡¡¡Y es que las naranjas estaban tan buenas!!!!!!!
Los consabidos besos, abrazos, parabienes y despedidas pusieron digno colofón, a tan bella excursión…..¡ vaya, me salió un pareado!.
Paco te felicito por la escursión y por la cronica, me encanta leerte y saber que siges bien. Jose y Mari
ResponderEliminarPaco, esto no es lo que era...
ResponderEliminarEspumosos dulces. Que cosas hay que ver.
Envidia de la sana de no haber podido estar con vosotros.
Vicente.