Nos llegamos a Fanzara, pueblecito del Alto Mijares....Su nombre, de origen árabe significa "montaña larga". Cerrad los ojos e imaginad: un pequeño y agradable valle..un conjunto de casas alrededor de una iglesia...unas bellas huertas...todo ello rodeado de montes arbolados...una mañana primaveral...esa ha sido nuestra ruta.
Nada más llegar...hora tardía, para lo que estábamos acostumbrados, y ya nos dirigimos a la zona de almuerzo. Desechamos el bar del pueblo y subimos por el calvario hasta la ermita del Santo Sepulcro, que domina la villa y nos proporcionó bellas vistas del valle.
Continuamos el paseo por las feraces huertas junto al río, donde pudimos contemplar el cariño que ponen los labradores en el cultivo de sus campos. Cariño que hicieron extensivo al personal...nos regalaron naranjas y una lechuga...en palabras de la entendida del grupo...¡ orgánica"!...poca vida le cupo a la hortaliza...sucumbió devorada cruda, entre las devotas comensales de lo verde....
Nos quedaba por visitar el pueblo: sus callejas morunas, sus rincones con plantas y sobre todo el lavadero...precursor de los electrodomésticos automáticos...
No podía faltar la consabida cervecita, preludio del picnic que nos montamos en los merenderos de la ermita del Salvador. Allí, entre pinos dimos buena cuenta de las viandas que trajo el personal....a destacar el embutido en fritada de tomate de nuestra amiga Rosa...las fresas aportadas por Mª Angeles, el queso que trajo Pepa...y las hambres del resto del personal que disfrutamos de la generosidad de las féminas...
Satisfechos tanto el espíritu como el cuerpo, despedidas, abrazos y parabienes que nos emplazaron a la próxima ruta D.m a finales de mes.
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