.Donde habite el olvido,
En los vastos jardines sin aurora;
Donde yo sólo sea
Memoria de una piedra sepultada entre ortigas
Sobre la cual el viento escapa a sus insomnios. (Luis Cernuda)
Tenia pues prevista la visita al despoblado de Sueras Alta. Fue el origen del actual pueblo de Sueras que hoy encontramos en el llano. En el corazón de la sierra de Espadán, el paisaje se nos presentaba grandioso. El barranco que lleva a los manantiales de Castro estaba radiante de vegetación, al fondo, altivo, el castillo de Mauz, vigilando nuestros pasos.
Un antiguo camino empedrado nos fue acercando a nuestra meta: las ruinas de Sueras Alta. Primera sorpresa: esperando unas ruinas impenetrables por la vegetación, descubrimos que habían limpiado todo el entorno y pudimos recorrer en su totalidad el despoblado.
La verdad es que para llevar tanto tiempo deshabitado, se mantiene bastante bien. Los arcos fajones de las casas en pié, ventanas, paredes, restos de la almazara.....Recorrerla como lo hicimos, nos puso en contacto con el pasado de los moriscos, de sus luchas, de sus trabajos, de su triste destino...
Allí mismo, en una roca mirador, dimos cuenta del almuerzo profusamente regado por un vinillo de Xaló,gentileza de nuestro amigo José Miguel.
La ruta proseguía por el antiguo camino del Mas de la Campana. Bosque denso, frutales que ya anunciaban sus rojos frutos, una buena temperatura.. ¡Y por fin los Manantiales de Castro!. No deja de sorprenderme este acuífero. Sea la época del año que sea, siempre están a tope de agua que derraman sus doce caños. Agua fresca, saludable...a pesar del cartel de" No potable"...
Dada la hora, decidimos regresar hacia el pueblo pues queríamos hacer un recorrido urbano. Así fue como pudimos disfrutar del trazado moruno de las calles, los mosaicos de la iglesia parroquial, el encanto de la ermita y calvario y ¡ como! la inevitable cerveza.
Como íbamos de picnic, tomamos los coches y ahora por carretera, nos dirigimos de njevo a los manantiales, pues había alli mesas y bancos...
Las viandas aportadas por el personal, sirvieron para aplacar las hambres...tertulia hasta una hora prudente y ¡ a casita!.
Eh,Eh,Eh.....¿y lo de Pataki?
¡Ah, pero todavía no lo habeis adivinado?
Pataki: dícese de la postura adoptada ( manos a la cintura, media vuelta del tronco y mirada displicente) cuando alguien quiere hacer una foto al grupo y a la voz de ¡ Pataki...apócope de ¡ Para aquí.1 ..el personal se gira lentamente,mirando hacia atrás, sin mover los pies del suelo.
Si habéis observado bien las fotos os daréis cuenta de "las posturitas"
Buena jornada y nos veremos al regreso de Trieste
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