Fin de año...¡ una romeria!

La verdad es que la convocatoria de la comida para despedir 2012, ha resultado multitudinaria...¿?.Se me ocurren varias razones, a saber:
1.-La ruta era muy atractiva....no estuvo mal, pero las hemos hecho mucho mejores.
2.-La comida resultaba atrayente.....fue estupenda, pero no creo que justificara la masiva apuntada.
3.-El "espíritu" del grupo fue prendiendo  en cada uno de los asistentes y les impulsó a compartir con amigos  tanto la ruta como la comida, priorizando más que éstas, el estar todos juntos....
Me decanto por la tercera opción que creo que fue la que provocó que 32 personas nos diéramos cita en Estivella.

Fue tal la cantidad de coches que, ante la posibilidad de no tener aparcamiento en Beselga, decidimos dejarlos en el pueblo y hacer 4 kms de más.

Llegados a los pies del castillo, optamos por subir por el barranco de la Carrasca y bajar por el de Linares. No es por nada, pero fue una sabia decisión, pues así tomamos de subida el camino más agreste y el descenso fue mucho más suave, aunque a veces daba la impresión de que un extraño viento nos manejaba  a su antojo, generando curiosas perspectivas..

Sube que te sube, llegamos a la fuente de Barraix y allí almorzamos, empezando el "desfile de l@s oferentes"...que si unas almendritas, toma un poco de chocolate, ¿una pastita?...¿cacaos?...probad de esta bota...no de esta...hasta caldito de puchero tomamos y nos supo a gloria....

Satisfecho el apetito, bajamos por la senda del barranco de Linares...¡ preciosa!...umbría...parecía  la selva...de cuando en cuando el sol entibiaba a más de uno que tenía frío...
El punto friki del día lo puso la aparición, allí en medio del bosque...¡ de una lancha motora!...elucubraciones al tanto...que si era un recuerdo del Diluvio Universal...que si alguien llegó hasta allí con ella en las pasadas lluvias.. que si....la verdad es que era el resultado de la guarranguez de alguno que optó por dejarla por allí, en vez de llevarla a un punto de recogida de trastos....

Una muy fuerte subida nos llevó de nuevo a Beselga y de allí a los coches.
Nos dirigimos a Torres-Torres, donde teníamos reservada mesa y mantel...Allí nos esperaban unos cuantos que no habían podido venir a andar....

La mesa parecía la de una boda: muy buen gusto, cómoda y sobre todo exquisito el menú. Los que ya lo conocíamos, no nos sorprendimos tanto, pero el resto fue de admiración en admiración...entrantes, aperitivos, plato fuerte, postre...todo ello abundantemente regado por toda clase de bebidas hizo que el personal, quedará ampliamente satisfecho...

El punto final corrió a cargo del que suscribe, que no pudo evitar el soltar su discurso....Recordó los tiempos heroicos del grupo, sus inicios, la progresiva incorporación del personal, algunas anécdotas, muy  celebradas por sus protagonistas...no faltó el recuerdo emocionado a los ausentes, aquellos que partieron para nuevas sendas y a lo que llevamos en nuestro corazón...y como no, la bienvenida a los novísimos, todos aquellos que se van incorporando al grupo y a los que se les advirtió que, la asistencia a nuestras rutas crea adicción y que corren el peligro de dejar de ser asistentes, para convertirse, primero en  conocidos, después en compañeros y finalmente  en amigos.

Quiero agradeceros sinceramente vuestra amistad que hace que vayáis pendientes de mi en los tramos difíciles....que me echéis una mano cuando los meniscos se sublevan, que me tangáis en alta estima que quizás no merezca...que vayáis más lentos cuando podríais "volar" rápidos...
Y como os comenté en otra ocasión:

Muchas cosas se han contado.
No todas se entenderán.
Son los momentos vividos,
que en recuerdo quedarán
en aquellos que sufridos
¡ no!... ¡ gozosos estarán!.