Por Sot de Ferrer...calor y refresquito

Una ruta extrañamente desconocida...los incendios limitan el campo de acción y hay que recurrir a la imaginación: ni muy lejos, ni muy pesada, ni ya hecha...¡demasiadas variables!.
Pero...al final encontré una y además nos salió bien: agradable, amena, arbolada, sin asfalto y con poca pista..y además¡¡¡fresquita!!!
¡Sí, hombre diréis!..¿fresquita con lo que está cayendo? Seguid leyendo y os enteráis.

Después de la romería del pasado sábado, hoy, al ser sólo 10 senderistas, nos parecía que no iba nadie, pero constituidos en grupo, llegamos a la entrada de Sot de Ferrer y allí ya nos dimos cuenta de que había fiestota en el pueblo: banderolas, carteles del patrón y sobre todo..nadie en las calles.
menos mal que íbamos debidamente informados y en un pispás, encontramos la seguida del SL..Miramos hacia el calvario y decidimos que no era sano empezar con un repechón de tal calibre. Optamos por hacer la ruta al contrario y acertamos.

Lo  primero que vimos fueron unas cuevas de la guerra civil en la que el personal se refugiaba cuando pasaba por allí la triste "Pava", procedente de Mallorca que diariamente hacía la puñeta  bombardeando  por la zona de Valencia.
Sombreados, y por la umbría, fuimos ascendiendo y en nada llegamos a la mitad del recorrido del SL. Evidentemente, decidimos alargar la ruta y después de visitar varias caleras antiguas, emprendimos el ataque...cabría decir ataquito, por la suavidad del las lazadas.
Llegamos a la cota máxima  el cerro de Serrabogar, estupendo mirador desde el que pudimos contemplar a nuestros pies el valle del Palancia, la cercana sierra Espadán, Peña Escabia y...¡ toda la inmensa zona quemada este verano!.

Era pronto, y decidimos almorzar cuando bajáramos. Por esa hora ya picaba el sol y fuimos buscando una sombra bajo los pinos donde guarecernos...¿con qué refresquito, eh?..diréis.
Tranquilos, que ya llegamos. Después de almorzar  y con la ayuda del trac, trac, trac, empezamos la extensión de la ruta. Y en ese recorrido, fuimos encontrando diferentes aljibes..¡ llenos de agua fresca!. no apta para beber, pero sí para tirártela por encima y refrescarse la mar de bien.

Hasta tres encontramos en sitios estratégicos, destacando uno grande, con categoría de "navajo"...de rugiente nombre: Navajo León, en el que alguno nos hubiéramos metido dentro para ofrecernos un fresquito baño..¡ no llevábamos la ropa adecuada y desistimos...
Una nueva extensión, nos llevó a otra calera del mismo nombre que el santo del lugar, festejado por los lugareños..¿Quién era?......¡ el célebre San Antonio dePadua!
Es el "encargado" de buscar novio o novia, además de otras virtudes, como proteger embarazos, espantar a estafadores y encontrar objetos perdidos..¡ polivalente que es!
La plegaria que se le reza dice así:
San Antonio bendito,
¡mándame un noviecito!.
Convenga o no convenga,
¡ pero que venga!.....................................sin comentarios

La ermita es una preciosidad, blanca, mediterránea y con unas vistas fabulosas. Un vientecillo de levante, nos atemperó el calor...¡ refresquito!,
Y no menos espectacular es el Calvario que en unos zig zags muy logrados, nos llevaron al pueblo.

Los experimentados cazadores de olores, fueron diferenciando  los diferentes aromas de paella que llegaban de la parte baja del pueblo....que si de conejo y pollo, que si de mariscos, que si ya han puesto el arroz, que si....
A pesar de que intentamos ver si admitían forasteros, se nos comunicó que aunque el ayuntamiento proporcionaba la materia prima, la reserva debía hacerse con una semana de antelación..

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¡ Nuestro gozo en un pozo!...pozo profundo y medieval que vimos en la plaza del pueblo donde nos dirigimos para contemplar la inmensa iglesia y el casa palacio  del s. XV...y rápidos, rápidos....¿dónde?...efectivamente a las refrescantes birras de rigor.
Seguramente será ésta, la última ruta que organice antes del verano....exceptuando Puertomingalvo y la Garrotxa , claro.....así que...