Ocurre a veces..
Más de una vez, nos hemos quejado de la dificultad de una ruta..del cansancio...del tiempo que hace..
Yo soy uno de esos...lo confieso..
Pero...me di cuenta de lo fútiles que eran esas quejas, cuando me puse en contacto con el grupo senderista de la O.N.C.E.
¿ Senderistas?...¿De la O.N.C.E.?
Si tienes que ir con cuidado, con los cinco sentidos en alerta, ¿ cómo es posible que personas ciegas puedan ir por esos montes?..
Pues sí..
Tuve ocasión de comprobarlo en una salida que hicimos al nacimiento del río Palancia por Bejís..
Una veintena de asistentes..Unos ciegos al 100 x 100, otros con dificultades y el resto los voluntarios de apoyo..
Me llamó la atención el ambiente festivo que tenían..risas, jolgorio y la frase más repetida..¡ Cómo huele ! ¿ no notas el romero..? ¡ qué aire más puro..
Esas eran sus percepciones...y de pronto, se sacaron del bus unas pértigas largas y a ella se pusieron en grupos de 3 en e..3
Delante un voluntario..en medio un ciego, y detrás uno con dificultades visuales parciales..
Utilizo el término "ciego" porque así querían que los llamáramos..nada de invidentes y demás palabras políticamente correctas..
Tengo que decir que no se dejó ningún trayecto por duro que fuese..
Al terminar la jornada, consideré la gran bendición que tenemos de poder ver, andar, disfrutar, compartir..nuestros bellos parajes montañeros..
Y cuando me escuchéis quejarme, os autorizo a que me deis con un bastón en la cabeza, mientras me decís...¡ DISFRUTA !
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