…En un país muy lejano, vivía …. No, tranquilos, no voy a contaros el célebre cuento de Lewis Carroll. Ya sabéis mi afición por los juegos de palabras y en esta ocasión, el título de la crónica hace referencia, por un lado a una nueva compi senderista de ese nombre, que estuvo toda la mañana, así como nosotros, disfrutando de las maravillas naturales cercanas a Chulilla.
Explicada la cosa, prosigo con el relato. Un reciente viaje, me había dejado sin ideas, así que, eché mano de archivo y… ¡zas, a Chulilla! ( ya se sabe que la zona es un valor seguro). Por supuesto que hemos estado muchas veces por allí, pero en esta ocasión, opté por hacer una ruta “mix” y en orden inverso a lo habitual. Muy de mañanita, ya estábamos visitando la zona del Charco Azul, siguiendo un sendero local que han acondicionado.
Hubo quien no se contentó con llegar al final e incluso quiso seguir “enjaulado” por un precaria pasarela . Desistido por fin del intento, emprendimos la subida a la cueva del Gollisno. Todavía quedaba la resaca del espárrago, pues aquí, allá y acullá, aparecían listos para la siega. Ya se está convirtiendo en costumbre el cenar tortilla de espárragos los saturdays nigth.
No contentos con la cueva mencionada, allá que nos fuimos, trepando cual cabras hacia la cueva del Tesoro, que resultó no ser ni cueva, ni tener tesoro. Decidimos almorzar al solete y ya por fin, emprendimos el plato fuerte de la jornada: la visita a las pinturas rupestres. Recordaba la zona con poca vegetación, pero la verdad es que está recuperándose muy bien, Además, han señalizado adecuadamente el camino, con postes indicadores y demás. Llegados a destino, observamos, gratamente sorprendidos, que habían dispuesto escaleras, escalones adicionales,barandillas,,, y habían convertido el acceso al abrigo pinturero en “suban fácil y cómodamente”.
Así lo hicimos y estuvimos contemplando embelesados tal muestra de arte prehistórico y como no, la acción vandálica de los inevitables cafres que por allí se acercan. Han puesto una reja y eso impide que se sigan degradando la pinturas.Enrejados debían estar , no las pinturas, sino los vándalos.
Finalizado el trayecto previsto, decidimos continuarlo hacia arriba, esperando prolongar la ruta en una circular , bajando por la vertiente opuesta. ¡ Nueva sorpresa!. No ha mucho, han realizado obras de acondicionamiento de la senda y han “unido” los dos senderos: el del pantano y el de Sot de Chera. Pues muy bien. Continuamos ruta y pudimos hacerla en forma de raqueta. A lamentar el estruendo ocasionado por unos quads que, ignorantes de la prohibición que les afecta, bramaban por la zona.
Quedaba para el final la dura subida hacia Chulilla, esfuerzo que acometimos con el ánimo sereno y las piernas cansadas. ¡ Hasta la próxima!
Por cierto, la semana que viene será Paco B el encargado de la ruta y os convoca a las 7 a. m. en Mediamarkt en las Cortes Valencianas, frente al nuevo Mestalla. ¡ Disfrutad!
Estaré a las siete en Mediamark. Maria tambien viene.
ResponderEliminarsoy Nativel