El río que nos lleva....¡ locos !

A poco que seáis aficionados al cine y que además os interese el tema de los "gancheros" que llevaban los troncos por los diferentes ríos peninsulares, sin duda recordaréis la película "El río que nos lleva"...y si no la recuerdas, aquí tienes unas escenas......Bueno, ¿pero a qué viene esto?...pues que sin llegar a esa titánica lucha con el río, nosotros también hemos tenido que vérnoslas hoy con un río caprichoso, de color chocolate que una y otra vez nos presentó dificultades que se nos atravesaban en forma de vado líquido. Unas veces por las piedras, otras descalzándose alguno, poniendo "piedras  puente".....
Como podéis observar...
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 Y alguna más que no ha quedado reflejada.
Corrientes aparte, la ruta seguida hoy, se resume de una manera rápida....11 kms de subida y 11 kms de bajada..los que unen el llamado nacimiento del Tuéjar y la aldea de Ahillas.

La pista transcurre a media ladera de la rambla de Arquela. La hemos recorrido unas cuantas veces, aunque para bastantes de los asistentes era la primera vez....farallones brillando al sol matinal....refugio de pinturas rupestres en los Corrales de Silla...una pequeña nevera que en vez de almacenar nieve, almacenaba hielo...

.un estrecho que una vez encandiló para construir allí una presa que no llegó a construirse....un paisaje de los llamados "del Olvido", la desierta aldea de Arquela...mucho pino, mucho olor a monte.
Como podéis observar, suficientes atractivos si decidís alguno  hacer esta ruta...

La meta era la aldea de Ahillas. La verdad es que se nos resistió porque no la vimos hasta que estuvimos prácticamente encima...cuatro casas, un lavadero, una pequeña ermita y un techo bajo el que refugiarnos cuando empezaron a caer cuatro gotas...bueno cinco....

Almuerzo, descanso, las consabidas fotos y ¡ la vuelta!...fue bastante más trotona pues como os he dicho , consistió en 11 kms...¡ to p' abajo !...
Ni que decir tiene que, lo mismo que a la ida, tuvimos que atravesar los vados, eso sí, ya sin miedo a mojarnos pues íbamos de cara a los coches.Bueno, algo sí que nos mojamos, pues algunos espíritus traviesos se entretuvieron en arrojar piedras al lado de los que estaban subiditos a las piedras de paso...

Las tradicionales cervezas se degustaron al solete, teniendo como incomparable fondo los cortados de la rambla de Arquela...¡ todo un privilegio !